En la actualidad, los países latinoamericanos están sufriendo el incremento de los índices de violencia y criminalidad, así como el de la percepción de inseguridad por parte de la población, la cual exige a los Estados la adopción de medidas inmediatas y efectivas para garantizar el pleno respeto de derechos fundamentales tan importantes como los referidos a la vida, la integridad y el patrimonio.