La utilización de las lonjas comerciales como locales de reuniones y de ocio por grupos de personas jóvenes es una realidad emergente en nuestros municipios. Algunos estudios realizados en la CAV plantean que este tipo de uso de los locales se encuentra en fase de consolidación como un espacio prioritario de encuentro y ocio entre los jóvenes vascos. El estudio elaborado por el Observatorio Vasco de la Juventud en el año 2012 recoge que el 20% de la juventud vasca se reúne con sus cuadrillas en Euskadi en locales o lonjas alquilados.
Este fenómeno está dando lugar a una serie de controversias sobre el correcto encaje de esta actividad de ocio con el control ambiental, la seguridad en las edificaciones y la prevención de riesgos que requieren estos locales.
El Ararteko observa que, año tras año, aumentan las denuncias recibidas relacionadas con las continuas molestias por ruido que generan las actividades que ejercen los grupos de jóvenes en este tipo de lonjas, situadas debajo de sus viviendas, sin que estén debidamente acondicionadas ni se tomen medidas para controlar su aforo. Asimismo, los vecinos y vecinas que residen estas edificaciones muestran su preocupación por la falta de seguridad e higiene en alguno de estos locales y en su entorno así como por la falta de un control adecuado del horario de uso y del aforo que prevenga perjuicios a los vecinos colindantes.
Algunos municipios ya han abordado está problemática a través de distintos mecanismos como ordenanzas (por las que se requiere el cumplimiento de medidas técnicas y de seguridad); o mediante el censo de estas lonjas juveniles (contabilizan los locales activos en municipio y realizan recomendaciones a los usuarios para que se doten de las condiciones mínimas de funcionamiento), etc..
Sin embargo, de los expedientes de queja tramitados en estos años, hemos comprobado que algunos ayuntamientos no han ejercitado las funciones de inspección y control de este tipo de locales argumentando, en la mayoría de los casos, que desconocen la normativa a aplicar o que no están sujetos a un control ambiental. Sin embargo creemos que esta apreciación contrasta con las previsiones que recoge nuestra legislación.
Para poder realizar un análisis detallado de todas estas cuestiones, el Ararteko ha iniciado un expediente de oficio para recabar información sobre el contexto social y jurídico de esta incipiente actividad de ocio juvenil y de las distintas opciones municipales para controlar esta problemática. Todo ello con el objeto de poder establecer unos criterios y principios generales al respecto.
Con este fin se ha considerado procedente recabar información sobre los distintos mecanismos municipales para la regulación del funcionamiento de este tipo de lonjas, las condiciones mínimas exigidas en cuanto a medidas de seguridad, higiene e insonorización. Junto a otras cuestiones de interés para este análisis como son las funciones de control e inspección, las actuaciones previstas por el consistorio en caso de recibir denuncias por parte de los vecinos colindantes y los servicios de información municipal de que disponen los usuarios, los titulares de la actividad y el resto de propietarios y vecinos colindantes.
Es importante llevar a cabo un diagnóstico cercano a la realidad social y disponer de una visión multidisciplinar en esta cuestión. Por ello, dentro de esta actuación de oficio, el Ararteko quiere desarrollar un proceso de participación abierto a todas las personas e instituciones que puedan tener una visión concreta de esta cuestión, celebrando un foro ciudadano o recabando información mediante las redes sociales.
FUENTE: Ararteko