El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, le recordó a los miembros de la policía hondureña que el uniforme y las armas que portan no es para que maten, delincan y pongan en riesgo la seguridad de las personas en forma impune.
“Si le hemos dado a la policía uniformes y armas, no es para que maten a las personas en forma impune en el país, les hemos dado eso para que ejerzan la autoridad, prevengan y repriman el delito usando los medios que la ley les otorga”, expresó.
El Ombudsman se preguntó si tenemos paz en este momento en el país, cuando las autoridades matan y matan impunemente, su respuesta fue tajante, “no hay paz y tenemos que recuperar la paz”· Agregó que el compromiso con la paz puede significar que debemos educar para una cultura de paz, la que definió como un conjunto de valores, actitudes y comportamientos que reflejan el respeto a la vida.
Custodio espera que no se repita el drama que se vivió en los años 80 en el país cuando había un terrorismo de Estado y se aplicaba una Doctrina de la Seguridad Nacional que prohibía hablar de paz y del respeto a los Derechos Humanos. Recordó que había un grupo de gente armada en el poder que se encargaba de detener ilegalmente, torturar, desaparecer y matar a los que hablábamos de libertad, a los que nos atrevíamos a hablar de paz, de confraternidad, de Estado de derecho, de institucionalidad del Estado y del respeto a la física y la vida.
“Se creían seres omnipotentes que podían decidir sobre la vida o la muerte de cualquier persona” cuestionó el defensor de los Derechos Humanos.
En declaraciones a la prensa explicó que ahora hay otra clase de terrorismo de Estado, no por cuestiones ideológicas sino que influenciadas por la corrupción. Ahora los aterrorizados somos todos los hondureños, cualquiera que sean las ideas políticas de cualquier persona en este país, si estamos en desacuerdo con la corrupción y con los abuso de autoridad.
Según el titular del organismo humanitario hay un aparato controlado de poder en el país que busca aterrorizar periodistas y todos los que defendemos la libertad de expresión, denunciamos los abusos de autoridad y luchamos contra la corrupción y la impunidad en el país. En este contexto de inseguridad y de violencia que se vive en el país, expresó que con la integración del Consejo Nacional de Seguridad Interior (CONASIN) hay cosas que deben ser atendidas de inmediato como exigir los informes sobre la pérdida de armas dentro de la policía.
Además, declarar a los policías ausentes como que ya no son miembros de ese cuerpo de seguridad y determinar en qué responsabilidades han incurrido los que fueron directores generales hasta el día en que fueron destituidos. Custodio alabó la labor de la rectora Julieta Castellano porque “nos está dando un mensaje de valentía y nosotros debemos asumir sus palabras y cada quien debe asumir su compromiso”.
También se refirió al titular de la Secretaría de Seguridad, Pompeyo Bonilla, de ser una persona honorable que cumple con la palabra empeñada y de ser una persona de la que se puede decir que “hoy hay alcalde en el pueblo”. Al ser consultado sobre qué va a pasar con la policía respondió que no tiene una “bolita de cristal” pasa saberlo pero si reafirmó su compromiso y su disposición ante el pueblo para que el CONASIN actúe como un cuerpo colegiado.
Sobre el anunció hecho por el Congreso Nacional de crear una Oficina de Superintendencia Nacional de Investigaciones Internas para Operadores de Justicia, con facultades para vigilar el accionar de policías, jueces y fiscales, Custodio dijo desconocer cuál era la intensión. No obstante, recordó que ya existe un Consejo de la Judicatura que si es integrado adecuadamente puede ejercer sus atribuciones para depurar continuamente las malas actuaciones de empleados del Poder Judicial, sean estos jueces o defensores públicos.
También mencionó el caso del Ministerio Público, donde hay un Consejo Ciudadano que debe ser reinstalado para que funcione y depure a los fiscales sujetos a crítica. El sistema de justicia está tan viciado, dijo Custodio, que no es el momento para estarse tirando la pelota de culpabilidad.
FUENTE: Comisión Nacional de los Derechos Humanos de Honduras