«Hay que reconocer que, en los últimos dos meses, alguien le abrió los ojos al presidente y como que en lugar de abrirle el lóbulo para ponerle un arito como que le quitó la cera al conducto auditivo y ahora pareciera que esta escuchando», comentó Custodio.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, advirtió que no es fácil depurar a un cuerpo como la policía donde hay gente investida de autoridad, con armas y con un «cheque en blanco» para cobrarle la cuenta a cualquiera que se atreva a cambiar ese poder absoluto que han tenido en los últimos años.
El ombudsman hondureño reconoció que en los últimos meses la situación, en materia de seguridad, cambió positivamente para el país por las decisiones tomadas por el presidente de la república, Porfirio Lobo.
Parece que el presidente se dio cuenta o alguien le abrió los ojos de que ya su mandado había transcurrido tanto y que no había pasado nada, dijo Custodio
Agregó, que esa señal de alerta la escuchó y ya esta despertando en materia de seguridad pública. «Hay que reconocer que en los últimos dos meses como que alguien le abrió los ojos y como que en lugar de abrirle el lóbulo para ponerle un arito como que le quitó la ´cera´ al conducto auditivo y ahora pareciera que esta escuchando», comentó.
Custodio es del criterio que la corrupción tiene cierta institucionalidad en el país y que para combatirla se tiene que hablar menos y hacer más.Declaró que en el caso de Honduras es urgente corregir la corrupción en la policía y por eso la importancia de depurar ese cuerpo encargado de la seguridad en el país.
No obstante, cuestionó que mientras estamos depurando la policía los mismos que hacen gobierno y los mismos narcotraficantes están influyendo para volver a confundir la agenda nacional. El defensor de los derechos humanos declaró que la depuración de la policía va en marcha aunque admitió que no es un proceso fácil.
Señaló que «cuando usted habla de depurar un cuerpo policial esta hablando de gente con poder, investida de autoridad, con armas y con cheques en blanco para cobrarle la cuenta a cualquiera que se atreva a cambiar ese poder absoluto que tienen o han tenido los policías en Honduras y que hoy se le esta poniendo un punto final».
La depuración de la policía, según Custodio, es un proceso continuo y tiene que comenzar por alguna parte. «Unos decían que por abajo otros decían que por arriba, sin embargo, se comienza por donde es más necesario, para mi lo más urgente es depurar la cúpula policial y los mandos intermedios» acotó.
En su criterio todo aquel policía que sea capturado infraganti en la comisión de un delito debe ser juzgado y separado de la policía.
Advirtió que si se deja en el cuerpo policial a los policías corruptos, capturados infraganti, por cualquier delito que hayan cometido, seguirá el capítulo de la impunidad en el país. «Si se les juzga, ese va a ser el mejor mensaje de que aquí las cosas están cambiando», puntualizó el defensor de los derechos humanos.
Sostuvo que en Honduras quienes no cometemos delitos, tenemos derecho a exigir que se juzgue a los delincuentes, se trate de quien se trate. Con relación a las pruebas de confianza, Custodio, expresó que tienen un gran significado, con resultados concretos y que no se debe improvisar en su aplicación.
Consideró que a esas pruebas tienen que ser sometidos los que más se sospecha o los que están más al nivel de hacerle daño al proceso de depuración.
FUENTE: Comisión Nacional de los Derechos Humanos de Honduras