La presencia del Diputado del Común en las islas no capitalinas ha experimentado un notable incremento en el año anterior, tal y como se desprende de las cifras de quejas presentadas por los ciudadanos y que han sido trasladadas al Parlamento de Canarias en el informe anual de esta institución.
Pese a que Gran Canaria y Tenerife, por su volumen de población, concentran el porcentaje más elevado de las reclamaciones, cabe destacar el repunte experimentado en La Gomera, donde se multiplicaron por tres en relación a 2011, pasando de 9 quejas a 29. Un fenómeno parecido ha ocurrido en El Hierro, donde se duplicaron (de 19 quejas en 2011, a 39 en 2012). En el caso de la Isla del Meridiano , cabe destacar que «l a nueva ubicación de la oficina administrativa del Diputado del Común en Valverde, alejada de cualquier oficina de las administraciones herreñas, ha favorecido la imagen de independencia».
Con todo, hay un factor que incide en los números que presentan sendas islas y es que las áreas rurales son mucho menos propensas a presentar reclamaciones que las áreas urbanas, lo que supone también un reto para este organismo de acercar aún más esta institución a esta clase de entornos.
En la isla de La Palma, que es la tercera en la recepción de quejas en Canarias, también experimentó un incremento considerable, si bien porcentualmente no tan elevado como en los dos casos anteriores, pasando de las 116 reclamaciones presentadas en 2011 a 196 en 2012. Cabe destacar que el grado de conocimiento de esta institución en la Isla Bonita es importante, dado que es donde se encuentra la sede central del Diputado del Común.
En las islas no capitalinas orientales, el crecimiento también fue muy importante en cuanto a la recepción de quejas. Especialmente en el caso de Lanzarote, donde duplicaron el número de reclamaciones, pasando de 62 en 2011 a 128 en 2012. Mientras que en Fuerteventura, el número de quejas pasó de 87 a 120.
El Diputado del Común, Jerónimo Saavedra, sostiene que la evolución del número de reclamaciones presentadas por los ciudadanos durante el año pasado, con una incidencia especial en las islas no capitalinas, «son un claro síntoma de la demanda creciente que la sociedad experimenta de contar con un organismo que pueda ser garante y defensor de sus derechos». Y es que, a su juicio, «en estos momentos de crisis, donde se está poniendo en tela de juicio no sólo la seguridad económica, sino muchos valores que hasta ahora han sustentado el estado de bienestar, la sociedad tiene que contar con herramientas que eviten sentirse desprotegida frente al sistema».
Saavedra, por último, destacó el reto que tiene el Diputado del Común de seguir incrementando su presencia y visibilidad en la sociedad, llegando a todos los rincones del Archipiélago donde su labor sea necesaria para garantizar los derechos de los ciudadanos.
FUENTE: Diputado del Común