Familias riberalteñas aún sufren los daños que dejaron las inundaciones provocadas por las intensas lluvias que afectaron gran parte del país meses atrás, según pudo evidenciar el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, quien acompañado de un equipo de la institución defensorial, este miércoles visitó el campamento «El Siringalito» y varios de los barrios afectados.
La verificación tuvo como objetivo tener un encuentro directo con las y los damnificados y conocer de cerca la situación que enfrentan. Luego de esta visita Villena se reunirá con organizaciones sociales de ambas poblaciones.
Delger Bolaños, dirigente de las familias del Pueblo Cavineño que llegaron del municipio de Reyes y fueron albergadas en ese campamento hace dos meses, afirmó que «las autoridades se han olvidado de nosotros, de nuestras necesidades, pese a que hemos enviado peticiones no hemos tenido respuesta», manifestó.
En «El Siringalito», actualmente viven 46 familias, 14 son indígenas, 26 provienen de las riberas del rio que se quedaron sin viviendas y otras seis son personas cuyas casas aún no pueden ser habitadas. Todas ellas reciben apoyo de UNICEF y de Aldeas SOS, principalmente para la alimentación de los niños.
Las necesidades, según quienes participaron de la reunión con el Defensor, son la inseguridad; el racionamiento y desigual distribución de alimentos y la dotación de agua potable, que no abastece para sus necesidades. A esta situación se suma, el hecho que las carpas están instaladas sobre el lodo, que traspasa el material y lo humedece provocando resfríos en los niños y niñas. Se observó que requieren de colchonetas y frazadas.
Celinda Paredes, por su parte, dijo que las familias que vivían en el sector cercano a la ribera del río, cuyas casas desaparecieron, se encuentran preocupadas puesto que no fueron contempladas dentro del plan de reconstrucción de viviendas. «No queremos que nos regalen, queremos que nos den la posibilidad de acceder a un crédito para hacernos de un lugar donde vivir», manifestó.
La situación no es muy diferente en el barrio «El Palmar», donde viven cerca de 70 familias. La dirigente de la zona Ada Ramallo pidió a Villena pueda gestionar ante las autoridades departamentales y municipales, el arreglo de las calles, pues éstas se encuentran aún afectadas por el lodo, lo que dificulta la movilización.
En este caso, la escasez y el racionamiento en la dotación de agua, es igualmente preocupante, pues, cada familia se ha visto en la necesidad de reunir agua en las «norias», de donde muchas veces los niños toman agua enfermando con infecciones diarreicas. A estos problemas se suma la falta de alcantarillado, lo que pone aún más en riesgo la salud, principalmente de niñas, niños y personas adultas mayores.
Villena, quien visitó los lugares acompañado de su Representante de Beni, Crisanto Melgar y la responsable de la Mesa de Riberalta, Roxana Cuevas, lamentó que las autoridades departamentales y municipales no estén cumpliendo con su responsabilidad y anunció que iniciará las gestiones necesarias para lograr que reciban una pronta atención a sus demandas.
FUENTE: Defensoría del Pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia