En el marco de la «Primer Jornada Internacional sobre Trata y Tráfico de Personas» que se desarrolla en Mar del Plata, el Ombudsman Nacional presentó un informe preliminar sobre este tema en la Argentina.
El Defensor del Pueblo de la Nación, Eduardo Mondino, señaló hoy que, en materia de explotación sexual, y siendo originalmente un lugar de destino «la Argentina se ha convertido en los últimos años en un país de origen, tránsito y destino de la trata de personas, aumentando en forma alarmante estas prácticas de violencia hacia la mujer, diseminándose en todo el territorio nacional».
En su exposición Mondino sostuvo que «hoy podemos advertir que no hay región libre de trata en el país y, en cambio, sí hay zonas liberadas donde campea la impunidad. En el marco de la investigación que llevamos a cabo en la Defensoría podemos aseverar que son insuficientes o incipientes los esfuerzos gubernamentales y, sobre todo, dilatados en el tiempo. A la fecha, la tipificación del delito es una asignatura pendiente indispensable para avanzar en la lucha estructural contra el mismo».
Precisamente, la ponencia del Ombudsman que contó también con la asistencia de los Defensores del Pueblo de Bolivia y Paraguay, fue acompañada por la presentación de un informe preliminar donde también sostiene, «este negocio ilícito ocupa el tercer lugar en recaudación anual después del tráfico de armas y el narcotráfico, calculado en 32.000 millones de dólares; el Tráfico y Trata de personas incluye a hombres, mujeres, niños y niñas, pero según Naciones Unidas el 80 por ciento corresponde a mujeres explotadas sexualmente, de lo cual, el 50% corresponde a menores; en Argentina se estima que el 90% de las personas Tratadas son mujeres con fines de explotación sexual; la Organización Internacional de Trabajo estima que en este negocio participan directa o indirectamente, cerca de 500.000 personas en nuestro país; en América Latina aproximadamente 2.000.000 de niños, niñas y adolescentes fueron víctimas de la explotación sexual y laboral dentro y fuera de sus países de origen; una estimación refiere que en la Triple Frontera (que comparten Argentina, Brasil y Paraguay), al menos 3500 niños, niñas y adolescentes son víctimas de explotación.
Mondino hizo hincapié en una cuestión central a los fines legales – el consentimiento en las personas mayores de edad y la demostración de los medios utilizados con ese fin – y se preguntó si es razonable presumir que la víctima presta su consentimiento para su propia explotación: «recordemos que en la mayoría de los casos las víctimas hacen sus declaraciones bajo amenazas y alejadas de espacios donde pudieran solicitar ayuda, habiendo sido sometidas a encierros psicológicos y a torturas. Por acción o por omisión, el Estado es negligente, cuando no cómplice, y su inacción frente a los operadores y las redes que generan y facilitan estas acciones es inadmisible. Renunciar al tratamiento adecuado de estos delitos equivale a contribuir a la consolidación de aquellas ´zonas liberadas´ dentro de las cuales se sigue consumando uno de los delitos mas aberrantes», concluyó.
Finalmente Mondino manifestó que «es imprescindible y urgente aprobar la ley que tipifica el delito de Trata» y agregó que, «este delito solo es posible llevarlo adelante con protección de funcionarios públicos y/o fuerzas de seguridad. Por lo tanto, – sentenció – terminemos con esta falsa historia de la profesión mas antigua del mundo (la prostitución). Con ese mensaje solo se logra la impunidad de los delincuentes que explotan sexualmente a mujeres (mayores y menores), niños y niñas.