PAÍS VASCO: Informe extraordinario sobre e-inclusion y participación ciudadana en las esferas social y pública a través de las tics en Euskadi

Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han pasado de ser un complemento de nuestras vidas, a atravesarlas de forma transversal y permanente. Están presentes en la escuela, en el trabajo, en las relaciones con las Administraciones y las entidades bancarias, en nuestra forma de divertirnos y comunicarnos… Su presencia es tal que su desconocimiento y su no uso pueden considerarse factores originarios de exclusión social en nuestra sociedad actual.

El contexto de crisis global y malestar social, pone de manifiesto la existencia de nuevos y viejos retos, que requieren nuevas formas de actuar, y la participación de la ciudadanía. Las TIC pueden facilitar e impulsar dicha participación, por ello hemos querido investigar cuál es el nivel de e-inclusión de la sociedad vasca, quién se está quedando fuera, si se percibe como algo necesario o qué nos motiva a participar.

El posicionamiento de las personas en una u otra fase de empoderamiento digital hace que hablemos de la existencia de diferentes brechas digitales:

· Brecha digital de acceso.
· Brecha digital de uso.
· Brecha digital de apropiación.
· Brecha digital de participación.

Esta división nos plantea la necesidad de investigar sobre quiénes son las personas o los colectivos que se encuentran en unas y otras brechas digitales, los factores que están detrás de esas brechas y las medidas correctoras necesarias que permitan impulsar desde las políticas públicas su mitigación.

Como resultado final, además de la reflexión y la obtención de datos y de unas conclusiones, se obtiene una serie de Recomendaciones del Ararteko a las administraciones públicas vascas sobre los aspectos en los que se debe incidir a corto y medio plazo en el impulso de las TIC, para continuar avanzando en la erradicación de las brechas digitales, en clave de garantizar el acceso de aquellos grupos sociales, minorías étnicas y colectivos socialmente más desfavorecidos al bienestar social.

CONCLUSIONES. (41 en total, extractamos las más significativas)

Brecha digital de acceso

Aunque habitualmente la brecha digital de acceso se da por superada, los datos parecen indicarnos lo contrario: un 34,2% de las familias vascas (con al menos una persona entre los 16 y los 74 años) no disponen de conexión a Internet.

La disponibilidad de infraestructuras de telecomunicaciones en Euskadi, no parece ser el principal motivo de brecha de acceso. Tan sólo el 0,3% de los hogares que no disponen de conexión a Internet alegan como motivo la falta de cobertura en su zona de residencia.

El elevado coste del servicio figura en último lugar en el ranking de motivos declarados por las familias vascas que no disponen de conexión a Internet. La clasificación está encabezada por la ausencia de voluntad o necesidad de conectividad, y la falta de conocimientos necesarios para su uso.

Edad y equipamiento TIC guardan una estrecha relación. El 70,7% de las familias con al menos una persona de entre 65 y 74 años no disponen de ordenador y el 73,4% no disponen de conexión a Internet.

La principal barrera de acceso a las TIC entre las personas mayores es la falta de necesidad o deseo de acceder a ellas. Casi el 70% de las familias con al menos una persona de 65 a 74 años declara este factor como principal motivo de no acceso a Internet.

Los colectivos de personas inmigrantes y personas con diversidad funcional están ausentes en las estadísticas que nos aportan datos sobre acceso a las TIC.

Brecha digital de uso

La evolución en el uso de las TIC por parte de la población de Euskadi ha sido constante. En 2006 el 47,4% de la población (entre los 10 y los 74 años) usaba Internet, en 2011 este porcentaje se ha incrementado hasta el 65,3%.

El 37,4% de la población de Euskadi (con edad entre 10 y 74 años) no ha usado Internet en los 3 últimos meses.

El 86,1% de la población mayor de 65 años no es usuaria de ordenador y el 87,1% declara no haber utilizado Internet en los últimos 3 meses.

El teléfono móvil consigue burlar la brecha de uso entre las personas mayores (igual que con la brecha digital de acceso). Según los últimos datos del EUSTAT, el 88% de las personas mayores de 65 años declaran usar el teléfono móvil.

La brecha de género en el uso de las TIC en la población de Euskadi se manifiesta principalmente a partir de la franja de edad de 45 a 54 años, haciéndose más intensa a medida que escalamos en la escala de edades.

Factores como un nivel bajo de estudios (primarios o inferiores) o encontrarse en situación de inactividad (personas paradas), tienen una relación directa con porcentajes bajos de uso de las TIC.

El trabajo y los estudios, así como la relación con amigos y familiares son los ámbitos en los que un mayor porcentaje de personas usuarias de Internet utilizan esta herramienta a diario.

Las motivaciones de uso de Internet relacionadas con la búsqueda de información sobre salud, empleo o formación, se sitúan en el ranking por detrás de otras motivaciones como: búsqueda de información, uso del correo electrónico, consulta de medios de comunicación o el uso de servicios de ocio.

Brecha digital de apropiación

El 13,5% de la población usuaria de Internet en Euskadi piensa que el uso de Internet o de las TIC no les ha reportado una mejora concreta en ningún ámbito de sus vidas.

Este porcentaje asciende hasta casi el 20% cuando hablamos de personas mayores.

En función del sexo, las mujeres perciben un mayor impacto positivo del uso de las TIC en aspectos como las relaciones sociales, la mejora de su situación laboral, el ahorro de tiempo en la realización de trámites, la mejora de su formación o en la búsqueda de empleo.

Un porcentaje elevado de personas inmigrantes (65,5%) declara que las TIC han tenido un impacto positivo en sus relaciones personales, en cambio, no estiman que les hayan facilitado la búsqueda de empleo o sean origen de una mejora de su situación laboral.

Los aspectos en los que la población cree que las TIC han supuesto un mayor impacto positivo son: acercamiento de las Instituciones a la ciudadanía, mejora de la calidad de vida y aumento de la participación de la ciudadanía en las instituciones.

Por el contrario, la mejora de la salud personal y la reducción de las desigualdades sociales son los aspectos de mejora del bienestar social en los que la población identifica menor impacto positivo del uso de las TIC.

Respecto a la percepción sobre la capacitación personal en TIC, un 15% de la población encuestada declara no estar en posesión de las competencias TIC que demanda actualmente el mercado laboral, y el 25,7% afirma que en caso de necesidad de adquisición de nuevas competencias TIC, no sabría a dónde acudir.

El 94,5% de la población declara que el aprendizaje sobre el uso de las TIC ha sido en su caso totalmente autodidacta, aunque las personas mayores eligen formarse a través de cursos o talleres específicos.

El 68,1% de la población afirma que le gustaría sacarle mayor provecho al uso de las TIC, y un 56,6% de la población usuaria de Internet cree que la imposibilidad de utilizar las TIC puede llegar a suponer un motivo de exclusión social.

Brecha digital de participación

Cuando preguntamos por las motivaciones por las que la población de Euskadi participa, tan sólo el 27% habla de la participación en la toma de decisiones como motivación. Este porcentaje mantiene una relación directa con la variable edad: a mayor edad, menor motivación por participar en la toma de decisiones.

Respecto al impacto personal o comunitario que tiene la participación de la ciudadanía, un 33,6% de la población cree que su participación resulta poco útil y un 25,9% opina que no tiene ningún efecto. Por edades, la percepción positiva del impacto de la participación es mayor a medida que escalamos en las franjas de edad.

En cuanto a las expectativas futuras de participación, el 37,4% de la población declara que le gustaría participar más. Una participación que el 39,9% apunta que le gustaría que fuera a través de Internet, frente al 28,6% que le gustaría participar a través de canales presenciales. De lo que no cabe duda, es que las personas que habitualmente usan Internet presentan un mayor interés en los temas socio-políticos y una mayor participación electoral, así como en asociaciones y acciones de voluntariado.

El 11,3% de la población participa en asuntos relacionados con la esfera pública a través de Internet, de los cuales un 69,9% prefiere hacerlo a través de webs no institucionales.

Respecto a la modalidad para interactuar con los servicios de la Administración, el 41,2% declara que prefiere hacerlo a través de Internet, frente al 45% que prefiere hacerlo presencialmente.

Tan sólo el 4,5% de la población que ha realizado algún trámite electrónico con alguna Administración Pública de Euskadi declara haber tenido una experiencia no satisfactoria. Los principales motivos de insatisfacción son la dificultad de uso de la página web en la que realizaron el trámite y no poder obtener la información que buscaban o solicitaban.

En cuanto a las herramientas de participación ciudadana presentes en los portales de las Administraciones Públicas vascas analizadas, las que tienen mayor presencia son los apartados de quejas y sugerencias, los apartados para encuestas y los foros. Se detectan claras deficiencias en el traslado de los procesos participativos a los canales digitales.

Las Administraciones Públicas vascas han comenzado a dar pasos en el fomento de la participación ciudadana, con diferentes niveles de madurez en función del nivel administrativo (Gobierno Vasco, Diputaciones, Ayuntamientos), a través de iniciativas como la apertura de datos públicos, la disponibilidad de canales electrónicos para ejercer el derecho a la petición, accesibilidad web…

Se detecta una carencia importante: la ausencia de un marco normativo específico en el que se regule la participación de la ciudadanía en las Administraciones Públicas vascas, y en el que se contemple la participación ciudadana en la esfera pública a través de Internet.

RECOMENDACIONES

Las Recomendaciones (un total de 39) se han agrupado en dos grandes bloques: las referidas a la e-inclusión (22) y las de la participación social (17).

Por lo que se refiere a la e-inclusión:

La edad, el sexo, el nivel de ingresos, el origen geográfico actúan claramente como inhibidores de la inclusión a través de las tics.

Si hacemos abstracción de la existencia de un porcentaje de personas que no tienen interés en utilizar las tic, el resto identifican dificultades de todo tipo: el coste, la falta de conocimientos informáticos, la ausencia de conciencia de las ventajas que reporta, el no saber dónde buscar

Por ello, recomendamos a las administraciones públicas diseñar programas que integren el aprendizaje tic a lo largo de la vida, que favorezcan la empleabilidad, que se refuercen las competencias digitales vinculadas a la inclusión social, acercar las TIC a las personas mayores, favorecer la autonomía personal por esta vía, poner en valor lo que hacen las organizaciones sociales para mitigar la brecha digital, definir un marco de competencias digitales que se referente en la comunidad hacia el orientar la capacitación en tic y evitar las duplicidades fomentando la coordinación y colaboración interinstitucional, la creación de nuevos perfiles profesionales ligados a la e-inclusión incluso son figuras como los mentores digitales, así como el fomento del uso seguro de internet a los menores y jóvenes.

Por lo que se refiere a la e-participación:

Se aprecia un deseo de participación en lo público, con la vía electrónica casi igualada en opciones a la presencial y preferentemente en webs no institucionales, al tiempo que es evidente que aún no se ha apreciado una auténtica utilidad y efectos de dicha participación.

Las personas que sí han participado, manifiestan no haber recibido el retorno de su participación: que se ha hecho con ella, si se ha tenido en cuenta o no, poniendo de manifiesto que no ha existido «feed back» por parte de sus promotores. Es necesario y urgente un marco normativo que establezca las bases de la participación social, sus modalidades, efectos. En ese sentido, recordar que ya el Ararteko en el año 2011, a través de la Recomendación General sobre democracia y participación ciudadana, indicaba los principios que consideramos imprescindibles para legitimar, encauzar y estructurar dicha participación ciudadana.

 

E-inclusión y participación ciudadana en las esferas social y pública a través de las tic en Euskadi:

http://www.ararteko.net/RecursosWeb/DOCUMENTOS/1/0_3086_3.pdf

FUENTE: Ararteko