La Defensora del Pueblo, Gabriela del Mar Ramírez, expuso las bondades de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia durante su participación como invitada especial en el programa Reporteros dedicado a la violencia de género y que transmitió Globovisión este domingo 7 de septiembre bajo el título «Víctimas del machismo».
Ramírez explicó que en esta ley la violencia de género no sólo se circunscribe al ámbito doméstico sino que puede ocurrir también en el espacio académico o laboral, en la comunidad y en la sociedad, y que ahora se asume como «un delito de naturaleza pública, es decir, que una vez se hace la denuncia, se detona todo el sistema de administración de justicia, y no como antiguamente, que se establecía una conciliación entre las partes» y se podía retirar la denuncia. Ahora eso no es posible, pues se cometió un delito y debe conocerse y debe sancionarse, explicó la alta funcionaria.
Ramírez expresó que la legislación actual establece sanciones severas como la privación de libertad, pero también se incluyen sanciones pecuniarias (monetarias), como en el caso de la violencia simbólica. «Cuando se denigre o se ofenda a una mujer en razón de su género, o cuando se mercantilice el cuerpo de la mujer, algo que todavía es un desafío en nuestro país, las sanciones pueden ser pecuniarias». Esto implica que no todos los quebrantamientos de la Ley tienen que ser penados con cárcel.
Agregó, que la legislación no tiene como fin último llevar a prisión a los hombres, ni castigar de manera inclemente el machismo, sino que su fin último «es promover un cambio cultural, erradicar los patrones machistas y avanzar hacia una sociedad de iguales».
La Defensora del Pueblo aprovechó la oportunidad para hablar del «Violentómetro», una herramienta creada por la Defensoría del Pueblo para advertir a las mujeres sobre los distintos tipos de agresión que puedan estar sufriendo, que van desde los celos y las ofensas, pasando por los golpes, lesiones y mutilaciones, hasta llegar al asesinato.
La titular de la Defensoría del Pueblo definió al «Violentómetro» como un instrumento sencillo, «tipo regla escolar», que detalla los actos de violencia y su progresión hasta que la vida de la mujer está en riesgo. El Violentómetro asocia cada nivel de violencia con un alerta: 1. Ten cuidado (la violencia está presente y seguirá aumentando); 2. Reacciona (pide ayuda); 3. Tu vida está en peligro (enfrenta la situación, sálvate).
También mostró un manual denominado Recomendaciones para optimizar la recepción de denuncias de violencia contra las mujeres, cuyo fin es mejorar la capacidad de los órganos y funcionarios receptores de denuncias de prevenir la violencia en una etapa temprana para salvaguardar la vida de las mujeres, y evitar así todas las consecuencias que derivan de un acto de esta magnitud para el responsable, la víctima, los hijos, los familiares y la sociedad.
Para Ramírez lo más importante es atender la situación de violencia de género a través de la prevención para evitar el maltrato contra la mujer. Resaltó la creación de «Casas de abrigo» totalmente financiadas por el Estado, para proteger la integridad física de las féminas y de sus hijos e hijas víctimas de violencia, por lo cual llamó la atención sobre la importancia de la sinergia entre el sistema de administración de justicia, encargado de dictar las medidas de protección a favor de las víctimas, y el Ejecutivo, encargado de sostener estas casas.
También destacó el rol de la familia, en especial las madres, en la crianza de sus hijos e hijas, y resaltó la necesidad de romper con los roles tradicionales y mostrar que en el hogar tanto varones como hembras tienen las mismas responsabilidades e iguales privilegios y que ambos se deben respetar para evitar reproducir patrones machistas o paradigmas culturales inapropiados.
En el programa especial «Víctimas del machismo», conducido por Melissa Turibbi, se contó también con la participación de Migdalía Díaz, Comisaria de la División del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), unidad que tiene como objeto hacer cumplir la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y elaborar programas de prevención y control de la violencia intrafamiliar, a través de un grupo multidisciplinario integrado por psicólogos, educadores y trabajadores sociales.
Por su parte, Mireya Rodríguez, jefe de Psicología del Cicpc, expuso algunos síntomas por los que atraviesa una mujer que sufre de violencia de género, como baja autoestima, apatía, desinterés y tristeza.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela