Durante la entrega de la Memoria y Cuenta del año 2014 ante la Asamblea Nacional, el actual Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, se refirió particularmente a la labor desarrollada en los 100 días de gestión que lleva presidiendo la Institución Nacional de Derechos Humanos, período en el cual se han desarrollado más de 10 mil acciones defensoriales.
Como ejemplo del trabajo realizado, mencionó la labor en cuatro mesas técnicas nacionales sobre derechos colectivos y difusos, como son la Mesa Técnica para la Mejora del Abastecimientos y Adquisición de Productos Alimenticios, la Mesa Técnica sobre la Tramitación de Divisas para Estudiantes en el Exterior, la Mesa Técnica para Proteger a las y los Usuarios de Transporte Aéreo y, recientemente, la Mesa Técnica para el Abastecimiento de Insumos, Recuperación y Dotación de Equipos Médicos del Hospital J.M. de los Ríos.
En su exposición destacó que en el año 2014 se recibieron un total de 28 mil 319 casos de los cuales ocho mil 197 casos fueron competencia de la DdP, mientras que los 20 mil 122 casos restantes fueron orientados pese a no ser competencia directa de la Institución Nacional de Derechos Humanos.
En el marco del balance de gestión, el Defensor del Pueblo reflexionó sobre la coyuntura que vive el país, haciendo especial mención al decreto ejecutivo firmado por el presidente Barak Obama, del que consideró constituye una agresión a los derechos humanos del pueblo venezolano a la autodeterminación y a la paz. Por ello, hizo un llamado a todos los diputados a rechazar ese decreto ilegal que violenta los derechos de todo el pueblo venezolano.
Llamó también a la Asamblea Nacional a aprobar leyes que desarrollen los derechos humanos y contribuyan a atender las situaciones que todavía no han podido superarse, a pesar del esfuerzo realizado en materia de derechos sociales en los últimos años.
En cuanto a los desafíos que tiene la Defensoría del Pueblo, mencionó la importancia de promover entendimiento a través del diálogo, en cuanto a las contingencias internas que puedan suscitarse en el país.
En ese sentido, señaló que la institución que preside puede ser un puente para «la preservación de la democracia, la preservación del Estado de Derecho y la preservación de la Constitución». Esto, motivado a los constantes ataques a la constitución y a la institucionalidad democrática que ha sufrido el pueblo de Venezuela en los últimos tiempos, a través de golpes de Estado, acciones insurreccionales y tácticas violentas que menoscaban la vida pacífica de la nación. En ese sentido, afirmó que el diálogo no es fácil, «el diálogo con un contrario es duro –expresó-, por eso el diálogo lo hacen los valientes, no los cobardes», y convocó al diálogo para evitar la violencia.
Para el Titular de la Defensoría del Pueblo otro desafío es atender la deuda social con los sectores más vulnerables de la sociedad, que todavía existe. También se refirió al desafío de superar la cultura patriarcal que atropella a la mujer y discrimina a las minorías, y expresó que se debe promover una cultura de la vida para oponerla a la cultura de la muerte que promueve la venganza y la violencia.
Además, dijo que es necesario combatir la cultura de la violencia a través de la depuración de los organismos policiales, lo que consideró es una deuda pendiente. Informó, además, que la DdP trabaja conjuntamente con el Ministerio del Poder Popular para la Defensa en una ley que regule el uso de la fuerza en las manifestaciones públicas, del cual ya existe un borrador y que de ser aprobada derogaría cualquier normativa sub-legal ya existente.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela