“Si este fenómeno de la contaminación continúa en Río Hondo, es probable que una de las especies que se extinga dentro de algunos años sea el dorado”, disparó el biólogo Javier Lima, director de la Carrera de Licenciatura en Ecología y Conservación del Ambiente de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE).
Así lo afirmó el experto en declaraciones a El Liberal. La responsabilidad del grave daño ambiental no sólo es patrimonio de la vinaza que arrojan los ingenios: frigoríficos, citrícolas, desechos cloacales y el basural del Gran San Miguel de Tucumán de Pacará Pintado también son citados como causantes de este golpe ecológico, según el biólogo.
A continuación se transcribe el diálogo entre Lima y el matutino santiagueño:
¿Cuál es su diagnóstico de la actualidad del embalse?
— El estado actual del embalse responde a una vieja historia de una misma problemática. Hace 20 años yo integraba un grupo de trabajo en el que ya investigábamos este mismo problema que se ha magnificado con el paso del tiempo. El estado actual es muy preocupante, porque dentro de la calificación de contaminación, es un lago considerado súper eutrófico. Esto quiere decir que tienen muchísima cantidad de material orgánico ya incorporado, que hace que los problemas de contaminación, como la mortandad de peces y de disminución de oxígeno, ocurran todos los años y cada vez peor.
¿Cuáles son las expectativas para este ecosistema?
— Esto que pasó (por la masiva mortandad de peces registrada hace una semana) se sabía que iba a pasar y se sabe también que se va a repetir todos los años, en la medida en que se sigan arrojando residuos orgánicos producto de los ingenios, de las empresas citrícolas, de los desechos cloacales de la ciudad de Tucumán y de otras que hacen lo mismo, además del basural que tiene esa ciudad a escasos cien metros del río Salí. En la medida de que toda esta fuente de residuos orgánicos siga llegando al embalse esto va a ser cada vez más grave. Creo que esto pasa fundamentalmente por la falta de decisión política de tomar las medidas necesarias para evitar este tipo de contaminación, a través de plantas de tratamiento, incentivar a las industrias a que puedan incorporar los elementos necesarios.
Es básicamente un problema político, porque técnicamente se sabe cuáles son las medidas que se tienen que adoptar, se conoce el problema y ya no hay nada más que investigar. Falta una decisión política de las autoridades de Tucumán para darle un final, además de ser más enérgicos.
¿Existen especies que desaparecieron o que están en peligro?
— Todavía no hay especies que hayan desaparecido, pero si este fenómeno continúa como hasta ahora, es muy probable que una de las especies que se extinga sea el dorado. Son peces que pueden llegar a desaparecer, eso es muy probable, por lo menos en la zona de Río Hondo. Una de las principales razones es la contaminación, pero además, al construirse la presa de Río Hondo el río Dulce fue dividido en dos, entonces las poblaciones que quedaron del dique para arriba están aisladas. En consecuencia, no hay forma de reponer individuos, por lo tanto, si esa población tiene todos los años problemas por mortandad masiva y de pesca furtiva, es muy probable que en algún momento ya no se encuentren ejemplares.
De hecho, la pesca de ejemplares grandes ya es muy rara. Los viejos pescadores dicen que hace veinte años sacaban animales muy grandes, de más de diez kilos, pero hoy apenas alcanzan los seis kilos. Cuando se nota esa reducción de talla en los animales es porque la población está teniendo problemas.
El impacto de la contaminación afecta a todos, y como en este caso, cuando se encuentran muchos peces muy pequeños muertos en el embalse, a futuro las consecuencias son más graves, porque se trata de toda una generación que ya está muerta.
¿Este fenómeno de mortandad puede repetirse este año?
— Tenemos un ciclo hidrológico, con meses de lluvia desde octubre o noviembre hasta marzo o abril. En esta época, al no haber lluvias hay menos caudal y por lo tanto la contaminación se concentra. Es un fenómeno cíclico, porque siempre, desde fines de invierno hasta octubre los ingenios empiezan a trabajar con más intensidad y después se ven las consecuencias en el lago.
¿Qué impacto tiene la contaminación aguas abajo del embalse?
— Todo el río Dulce sufre las consecuencias. En el dique de Los Quiroga se pueden encontrar las mismas algas que abundan en Las Termas, porque pasan por el río, y las represas y canales que dependen del río van a tener la misma contaminación.
¿Existe riesgo para la población humana?
— En cuanto al consumo humano, no es lo recomendable, porque no solamente está el problema de las algas que crecen producto de esta fertilización en exceso que es provocada por los desechos industriales que le incorporan mucho nitrógeno y fósforo. Pero además le incorporan todos los componentes que afectan a la salud de la gente, como parásitos, bacterias y virus que vienen de los basurales y desagües cloacales que van a parar al río sin tratamiento alguno. Eso también es muy grave.
FUENTE: Defensor del Pueblo de la Provincia de Santiago del Estero, Argentina.