PROVINCIA DE BUENOS AIRES: Día de la Juventud: memoria y participación

A partir del próximo año, todos los 16 de septiembre se conmemorará el Día Nacional de la Juventud, según lo establece la nueva ley 27.002. La norma, que fue publicada en el Boletín Oficial, fue sancionada el 22 de octubre y recuerda el secuestro, tortura y desaparición de diez alumnos secundarios de la ciudad de La Plata en 1976, que se conoció luego como La Noche de los Lápices.

Como remarcábamos en ocasión del último 16 de septiembre, el doloroso significado que tiene esta fecha no debe impedirnos reflexionar y debatir acerca de cuál es el grado de protagonismo que deben tener los jóvenes en nuestra sociedad. Si debe reservárseles el de espectadores de la realidad o, como en el caso de los estudiantes de La Noche de los Lápices, el de sujetos involucrados activamente en la construcción de un país más justo e inclusivo.

El establecimiento de esta fecha como Día Nacional de la Juventud es una oportunidad en ese sentido. Según lo estipulado por el Congreso nacional, la norma fue dispuesta con el objeto de promover la incorporación de la fecha en el calendario escolar e implementar actividades tendientes a difundir entre los estudiantes el conocimiento y significado de la conmemoración, que se asienta en el compromiso con la realidad, la participación política y el respeto y defensa de los Derechos Humanos.

Como Defensoría del Pueblo, debemos remarcar que la participación política es un derecho de todas las personas, no importa su edad, condición social o económica. Pero, además, es un compromiso que implica ser una parte activa en los procesos históricos que nos toca vivir. No supervivirá sistema democrático donde sus integrantes, y muy especialmente los jóvenes, adopten una posición pasiva respecto de la realidad.

Aquellos jóvenes, militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), fueron secuestrados por un grupo de tareas en el marco de un reclamo por el boleto secundario, es decir, por participar de la vida política. Su legado, entonces tiene que ver con la defensa de los derechos y con la convicción de la participación política como medio para el cambio colectivo. Esta ley es un reconocimiento en ese sentido, y una herramienta para que los lápices continúen escribiendo.

FUENTE: Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires