PAÍS VASCO: Del Internet de las cosas al Internet de las personas

El día internacional de Internet que hoy celebramos pretende dar a conocer las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar el nivel de vida de los pueblos y su ciudadanía.

De hecho, las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han pasado de ser un complemento de nuestras vidas, a atravesarlas de forma transversal y permanente. Están presentes en la escuela, en el trabajo, en las relaciones con las administraciones y las entidades bancarias, en nuestra forma de divertirnos y comunicarnos.

Internet ha venido para quedarse. Es un instrumento de primer nivel de democratización, de acceso a la información y de colaboración y participación ciudadana. Su presencia en nuestras vidas es de tal magnitud que su desconocimiento y su no uso pueden considerarse factores originarios de exclusión social en la sociedad actual. Para contrarrestar este riesgo, debemos recordar a las administraciones públicas que deben extremar las medidas para que la disponibilidad del acceso a Internet no se convierta en un elemento más de desigualdad en el acceso a las oportunidades de desarrollar una vida plena y de acceder a los recursos de la sociedad. Para ello, deben permanecer atentos y articular medidas que minimicen esos riesgos.

El contexto de crisis global y malestar social pone de manifiesto la existencia de nuevos y viejos retos, que requieren nuevas formas de actuar mediante la participación de la ciudadanía. Las TIC, e Internet especialmente, pueden facilitar e impulsar dicha participación. Por ello, como defensoría de derechos, hemos de tener presente cuál es el nivel de e-inclusión de la sociedad vasca, y, en consecuencia, quién puede estar quedándose fuera.

El interés del Ararteko por estos temas determinó la elaboración de un informe extraordinario (E-inclusión y participación ciudadana en las esferas social y pública a través de las TIC en Euskadi), que incorporaba un diagnóstico de situación muy completo y un importante conjunto de recomendaciones a las administraciones públicas vascas.

En la reciente actualización del Estudio se han incorporado los datos proporcionados por el EUSTAT en su última encuesta sobre la sociedad de la información a familias en Euskadi 2014, según los cuales el número de personas de 15 y más años usuarias de Internet en Euskadi asciende a 1.255.800, lo que representa el 67,9% del conjunto de la población vasca y evidencia que las brechas digitales se van reduciendo poco a poco, especialmente las relacionadas con el género y la edad.

De hecho, es a partir de los 55 años donde comienza a apreciarse una mayor diferencia en el porcentaje de uso respecto a otras franjas de edad más jóvenes. Una brecha digital que avanza a medida que vamos ascendiendo en la edad de la población. En la actualidad sólo el 58% de las personas de 55 a 64 años y el 15,3% de las personas de 65 o más años utilizan Internet.

A diferencia de la evolución positiva desde las miradas de género y edad, otras como las vinculadas a la actividad laboral (empleados/desempleados) y el tipo de familia (familia con hijos/familias sin hijos/personas que viven solas) en cambio, persisten y siguen manifestando unas claras desigualdades en el uso de Internet.

Así, existe una brecha digital sobre todo en aquellas personas que se encuentran en paro o que declaran no tener actividad. En este colectivo, sólo el 38,9% declaran usar Internet. Una cifra que ha experimentado un crecimiento cercano a los 10 puntos desde 2012 a la actualidad, pero que sigue siendo insuficiente, tratándose de un grupo de la sociedad al que el uso de las TIC le podría reportar grandes beneficios.

Como analizábamos en el informe extraordinario, detrás de este binomio (personas desempleadas + brecha digital), subyacen otras realidades y factores que ejercen como inhibidores del acceso a las TIC como el poder adquisitivo, la priorización de otras necesidades personales, o incluso el desconocimiento de la relación entre el uso de Internet, por ejemplo, y la búsqueda de empleo.

Como conclusión, desde el Ararteko, creemos que aún hay camino por recorrer en la construcción de una verdadera comunidad digital, donde las personas podamos utilizar el magnífico potencial de Internet y de la web social en términos de igualdad de oportunidades. Es en este contexto donde volvemos nuestra mirada a las administraciones públicas vascas, para que remuevan los obstáculos o factores inhibidores que puedan incidir negativamente para ello y que acrecientan la brecha digital.

 

FUENTE: Ararteko