El Senado de la República analizará el Dictamen de reforma al Artículo 24 de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos turnado por la Cámara de Diputados.
Posterior a la segunda guerra mundial, mujeres y hombres de todas las latitudes del orbe, tuvieron un compromiso en común; jamás la irracionalidad, el fundamentalismo e ideologías obscuras dominarían al humano.
Entonces, con acuerdos y desacuerdos en lo particular, pero con ese mismo compromiso en común, se crea la Organización de Naciones Unidas, que a la sazón arroja una virtud al mundo moderno: LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS el 10 de diciembre de 1948, hoy, el punto de partida de respeto a la dignidad, igualdad y protección de la humanidad, partiendo de un sentido común.
Esta declaración universal recoge como elemental esencia de la humanidad, la libre creencia religiosa, así como las prácticas para su elevación espiritual y el credo mismo, tanto del individuo, como del colectivo. Esto, cabe decir, se haya plasmado en diversos principios que a manera de preceptos jurídicos, en la concepción occidental del derecho positivo, se plasman como libertades fundamentales. Asimismo como paradigmas de los Estados-Nación, insertos en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Así, el Estado Mexicano, reconoce los derechos humanos y las garantía para su pleno ejercicio, lo cual entraña las libertades fundamentales y en ese contexto, el laicismo que es un ideal de concordia resulta esencial en la preservación del Estado de Derecho, pues disuelve las distancias entre fuertes y débiles, colocando a toda la población en un plano de libertad en la igualdad “cuando hay disputa entre débiles y poderos, la libertad oprime y la ley libera” parafraseando a Ricardo Lacordaire.
Por tal, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos, hace un respetuoso llamado a la Cámara de Senadores de la República Mexicana para que se considere la historia y los instrumentos internacionales vinculantes, que hoy son ley de la toda la unión, de acuerdo a la reforma constitucional del 10 de junio de 2011, en el análisis del Dictamen que nos atañe en la historia del presente, para que ésta no se repita y a la luz de la consciencia colectiva, represente más una reforma que se base en el principio pro persona que encarna el reconocimiento y respeto de los derechos humanos, que en una contrarreforma, tendiente a acotar las libertades fundamentales del Ser Humano.
FUENTE: Comisión Estatal de Derechos Humanos de Morelos