MÉXICO: Reforzar la promoción de los derechos humanos de los jóvenes

La CNDH, que preside el Doctor Raúl Plascencia Villanueva, considera indispensable reforzar las políticas públicas que permitan la difusión y el pleno respeto de los derechos humanos que se encuentran previstos en nuestra Carta Magna y protegidos por diversos instrumentos internacionales.

Es fundamental tomar las acciones necesarias para brindar a los jóvenes oportunidades de estudio y acceso al mundo laboral con una remuneración justa. Hasta 2010, había en México 29 millones 707 mil personas cuyas edades van de los 15 a los 29 años, lo que representa 26.8 por ciento de la población total.

Algunos jóvenes que participaron en una encuesta nacional, opinaron que la falta de oportunidades para acceder a la educación y al trabajo y la inseguridad del entorno social, son algunos de los problemas que enfrentan. Consideraron que la falta de preparación académica, la apariencia personal y la inexperiencia laboral, son factores que impiden su acceso al mercado de trabajo y sus posibilidades de acceso a una vida mejor.

La CNDH, mediante el Programa de Asuntos de la Niñez y la Familia, organiza visitas a diversas instituciones con la finalidad de llevar a cabo actividades educativas de fomento y difusión de los derechos humanos de los adolescentes y los jóvenes.

Ha organizado cine-debates a los que asisten alumnos de escuelas secundarias. En ellos, se proyecta una película que aborde un tema de interés, y al finalizar la cinta, los jóvenes participan en una sesión de análisis y reflexión con expertos que los llevan a detectar problemas y sobretodo, a encontrar vías de solución a los mismos.

Se les otorgan trípticos, folletos y carteles con información clara sobre sus derechos y las instituciones a las cuales pueden acudir en caso de sufrir algún abuso.

La CNDH cumple con su función de desarrollar programas de fomento a la cultura de protección de los derechos de los jóvenes en general y de prevención de conductas que pongan en riesgo su integridad física y emocional.

FUENTE: Comisión Nacional de Derechos Humanos de México