MÉXICO: La educación es fundamental en la cultura de la legalidad

Para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos los procesos educativos permitirán recuperar las normas y reglas de convivencia social, el respeto mutuo, la tolerancia y el ejercicio efectivo de derechos y deberes en nuestro país.

 
En este proceso educativo se debe trabajar de inmediato en lo básico y elemental: el respeto de unos a otros, a la sociedad, hacia nuestra familia, a las leyes, a las autoridades, al Estado y a nosotros mismos, como elemento indispensable para convivir.
 
A través de las Jornadas Nacionales por la Cultura de la Legalidad y los Deberes de las Personas, la CNDH estimula la suma de voluntades de los individuos sobre la urgencia de impulsar aún más la cultura de la legalidad.
 
Considera que existen actores que todavía no asumen un compromiso de respeto a la ley, no sólo en el caso de autoridades, sino también de la sociedad, situación que nos ha llevado a una crisis que no merecemos y que no debemos tolerar.
 
La institución busca coordinar todas las acciones y esfuerzos para lograr una mejor convivencia social armónica, sobre la base de que efectivamente “todos los derechos son para todos, pero cumpliendo también con los deberes”.
 
Promover la cultura de la legalidad es factor fundamental para abatir las violaciones a los derechos humanos, con el impulso de políticas públicas que generen conciencia en la sociedad.
 
Es el momento oportuno para robustecer las bases del Estado de Derecho que hoy tenemos. Unidos, los mexicanos cimentaremos el país de leyes que anhelamos, asumiendo ese desafío como un compromiso común.
 
Temas como la desigualdad y la discriminación podrán superarse con la observancia de las leyes.
 
Queremos vivir en paz y en un clima de respeto.
 
Con estas jornadas también busca que en el mes de junio, con motivo del vigésimo aniversario de la CNDH, se consolide un Acuerdo Nacional por la Cultura de la Legalidad y los Deberes de las Personas.
 
Los mexicanos debemos proponer alternativas y soluciones viables para superar añejos problemas.
 
En este esfuerzo participan los tres ámbitos de gobierno, los tres poderes de la Unión, la sociedad civil organizada, los organismos públicos de derechos humanos, las instituciones académicas del país y la sociedad mexicana en general
 
 
Fuente: Tomado de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos