MÉXICO D.F.: Premiación del Concurso de Cuento “¿Y si yo fuera una persona refugiada? Comenzar de nuevo en otro país”

En la premiación del Concurso de Cuento ¿Y si yo fuera una persona refugiada? Comenzar de nuevo en otro país, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, señaló la relevancia de convocar a ejercicios de creatividad empática como este certamen, ante la naturaleza violenta de las relaciones entre las y los mexicanos.

 

Comentó que en un reciente estudio del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) se llama la atención de una situación que va más allá de la violencia que está relacionada con el delito y que está instalada en la intolerancia con la que construimos nuestras relaciones.


Apuntó que el mencionado estudio señala que en la ciudad de México la mayor cantidad de muertos se debe, no a las actividades criminales, sino a los problemas que se dan en las relaciones cotidianas, incidentes de tránsito, peleas intrafamiliares, situaciones de violencia relacionadas con la vida cotidiana.


Destacó la participación de 1714 trabajos de jóvenes de 26 estados del país en el Concurso, “que supone una creatividad empática, además de fomentar la creatividad literaria, plantearse desde la empatía, desde la posibilidad de pensarse en el lugar del otro y a partir de ahí imaginar cómo serían las circunstancias si fuese quien escribe el que estuviera viviendo esa situación de refugio o asilo”.


Dijo que es importante que los profesores de los diferentes colegios de donde provienen los jóvenes que enviaron sus cuentos, fomenten estos ejercicios, que expliquen el sentido que tiene el mensaje que está implícito en los trabajos y que haya ejercicios de retroalimentación y leer los mismos.


Apuntó que el valor de concursos como estos trasciende a los premios, “lo valioso es ese ejercicio reflexivo que se hace y el valor agregado que podamos obtener de la discusión, de la reflexión, de lo que nuestros jóvenes plantean en esos textos”.


A su vez, el Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Ricardo Bucio Mújica, hizo énfasis en que la empatía es un elemento fundamental para combatir la discriminación, de ahí la importancia de este ejercicio, “ponerse en los zapatos de una persona refugiada, para poder sentir desde lo que vive el otro, realmente la experiencia de ser personas con igual dignidad y un nivel de derechos igualitario”.


Dijo que la discriminación es un proceso que lleva a las personas a buscar un refugio, y la situación de rechazo que viven tiene que ver con que le ha sido imposible a la sociedad, a su entorno personal, ponerse en los zapatos de esa persona. “La empatía es lo que busca este Concurso, que los 1700 jóvenes, hombres y mujeres que hicieron los cuentos, puedan por un momento, en un proceso de la elaboración del cuento, ponerse en los zapatos del refugiado”.


En tanto, el Representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Fernando Protti Alvarado, reconoció la participación de más de 1700 jóvenes en este certamen nacional y que hayan dedicado su tiempo en pensar lo que casi 44 millones de personas en el mundo sienten, sufren y experimentan a causa del desplazamiento forzado por la intolerancia y la violencia.


“Una persona refugiada no es un prófugo, no es una persona desplazada por desastres naturales, no es un migrante que busca mejor condición económica y oportunidades de vida; son personas como ustedes o como yo, que han tenido que dejarlo todo atrás por ser perseguidos por quienes son, por su raza, origen étnico o nacionalidad, por preferencia sexual, por pertenecer a determinado grupo social y que no cuenta con la protección de su país”, explicó.


De acuerdo con ACNUR, en enero de 2001 en México había registradas mil 408 personas refugiadas, casi el 80% de ellas procedentes del continente Americano. De enero a junio de este año, 355 personas han solicitado la condición de refugiado, de las cuales 105 fueron reconocidas como tal, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).

 

A nombre del jurado, la Directora de la Carrera de Derechos Humanos y Gestión de Paz de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Tania Ramírez Hernández, sostuvo que la violencia está instalada en la subjetividad de las y los jóvenes.


“Si en esta ocasión no hubo catástrofes naturales, la catástrofe humana que vive nuestro país quedó claramente plasmada como posibilidad de futuro cercano en un número importante de los cuentos. Esta debe ser una señal importante para quienes tienen en sus manos algún tramo de las riendas que lleva nuestro país a un lugar que no previmos y del que debemos salir cuanto antes”, enfatizó.


El jurado integrado por Jacobo Dayán, Eva Janovich y Tania Ramírez consideró los siguientes criterios para elegir a los trabajos ganadores: originalidad y creatividad; coherencia del texto; apego al tema de las “personas refugiadas”; y sensibilidad en el desarrollo del tema.


El cuento ganador en la categoría de 13 y 14 años fue “De la noche a la mañana” de Ana Regina Cantú Aguilar. En la categoría de 15 y 16 años el trabajo premiado fue “Sombras en tierra de nadie”, de Fernando Rodríguez San Miguel Pedroza. En el rango de  17 y 18 años el triunfador fue “Cartas, recuerdos y un expreso” de Arely Alicia Valdés Rodríguez.

Todos los cuentos ganadores serán incluidos en una publicación recopilatoria de este certamen, que se realizará en el segundo semestre.

 

FUENTE: Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal de México