Por su ubicación geográfica respecto a la nación vecina del norte, México se caracteriza por ser un país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes.
Datos oficiales revelan que al año ingresan al territorio nacional alrededor de 150 mil migrantes indocumentados, la mayoría provenientes de Centroamérica. Organismos de la sociedad civil indican que esta cifra es superior a 400 mil personas.
A través de sus 15 oficinas regionales, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ofrece ayuda a los migrantes sin distinción alguna y lucha por evitar que sean víctimas del abuso del poder, de la omisión de servidores públicos y del delito.
Dichas instalaciones se ubican en Coatzacoalcos, Veracruz; San Cristóbal de las Casas, Chiapas; Tijuana, Baja California; Ixtepec, Oaxaca; San Luis Potosí, SLP; Reynosa, Tamaulipas; Villahermosa, Tabasco; Tapachula, Chiapas.
También en Ciudad Juárez, Chihuahua; Nogales, Sonora; Aguascalientes, Ags.; Mérida, Yucatán; Acapulco, Guerrero; La Paz, Baja California Sur y Torreón, Coahuila. Mediante estas oficinas se han reforzado los lazos de cooperación con diversas agrupaciones de migrantes. Personal del Organismo nacional efectúa visitas a estaciones migratorias, albergues o puntos de reunión como aeropuertos y terminales de autobuses.
Además de recibirse escritos de queja, se otorga orientación jurídica, aclaración de dudas sobre algún tema o trámite y se remiten asuntos a otras instancias con la finalidad de que a la persona afectada se le ayude a resolver su problema.
En el mundo actual, ningún ser humano debe verse obligado a emigrar para sobrevivir. La migración debe ser una opción libre y planificada, que disponga de medios legales y ordenados.
FUENTE: Comisión Nacional de Derechos Humanos de México