Honduras: Recomienda Ombudsman Hondureño: “Desatar los nudos” que atan a las personas a vivir indefinidamente en la pobreza

  • El Defensor del Pueblo de Honduras hizo un nuevo llamado a los miembros de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) a unir sus voces y acciones para recordar constantemente que todos los Estados tienen a su alcance lo necesario para eliminar progresivamente la pobreza y propiciar el desarrollo sostenible.

 El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, recomendó hoy “desatar los nudos” que atan a las personas a vivir en forma indefinida en la pobreza, que en el país afecta alrededor del 60% de los más de 9 millones de hondureños.

Indicó que la pobreza y sus condiciones coadyuvantes como la exclusión y marginación social, la falta de empleo productivo, el analfabetismo y los bajos niveles de desarrollo humano, constituyen un atentado contra la dignidad humana que niega el pleno y eficaz disfrute de los derechos humanos y están entre las principales amenazas a la democracia, paz, libertad y al desarrollo.

Recordó que desde 1991 en Centroamérica, fueron reconocidos varios acuerdos que comprenden las tradicionales y nuevas amenazas a la seguridad y definen un nuevo modelo de seguridad democrática.

Esos acuerdos caracterizan a la pobreza como una amenaza a la seguridad humana de los habitantes, a la estabilidad democrática y al desarrollo sostenible de las sociedades centroamericanas.

También señalan como amenazas, a la falta de desarrollo sostenible y de democracia, el deterioro del medio ambiente, la inseguridad de las personas y bienes, la corrupción, la impunidad, la violencia, la delincuencia, la narcoactividad, el tráfico de armas y el terrorismo.

Esas situaciones deben ser tratadas, como asuntos de seguridad humana de las personas y comunidades dentro de los Estados y entre los Estados, apuntó

En la región americana, en el 2001, se aprobó la “Carta Democrática Interamericana” que reafirma que la lucha contra la pobreza es esencial para la promoción y consolidación de la democracia y constituye una responsabilidad común y compartida de los Estados.

En la Organización de las Naciones Unidas, la Seguridad Humana es el derecho de las personas y comunidades, en particular las vulnerables, a vivir en libertad y con dignidad, libres de la pobreza y desesperación.

En el 2015, la ONU y sus Estados miembros reafirmaron su reconocimiento de que: “la erradicación de la pobreza, en todas sus formas y dimensiones, incluida la pobreza extrema, es el mayor desafío a que se enfrenta el mundo y constituye un requisito indispensable para el desarrollo sostenible”.

El Defensor del Pueblo de Honduras hizo un nuevo llamado a los miembros de la Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) a unir sus voces y acciones para recordar constantemente que todos los Estados tienen a su alcance lo necesario para eliminar progresivamente la pobreza y propiciar el desarrollo sostenible.

Agregó que disponen tanto de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que guiará las decisiones que se adopten en los próximos años, como del entendimiento universal sobre el marco normativo de Seguridad Humana y su aplicación, impulsado igualmente por la misma ONU.

Herrera Cáceres sostuvo que se deben “desatar los nudos” que atan a las personas a vivir en forma indefinida en la pobreza.