Ramón Custodio advirtió que en el nuevo contexto el espacio aéreo, el espacio terrestre y el espacio marítimo de Honduras está siendo violado, no por otro Estado, no por fuerzas de otro Estado sino que por el crimen organizado y, por lo tanto, la policía ya no debe ser únicamente para prevenir el delito común hoy tiene que enfrentar la delincuencia organizada nacional y transnacional.
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, aseguró que la situación de inseguridad en el país aumentó cuando las autoridades encargadas de la seguridad decidieron aumentar el número de policías sin la preparación adecuada y sin los estudios sicológicos para determinar si tenían o no vocación para ese servicio comunitario.
La falta de una política criminal del Estado hizo, según Custodio, que los gobiernos cayeran sucesivamente en la trampa de la improvisación. Cada gobierno reiteró la misma propuesta, fracasada por añadidura, y persistió en el error de creer que la solución era el simple aumento de los policías, acotó
Por enésima vez, el ombudsman hondureño recomendó la necesidad de invertir en más equipo y tecnología. Es indispensable colocar cámaras en sitios estratégicos y resolver, en gran medida, la falta de recurso humano calificado, señaló.
Se estima que alrededor del 80% del presupuesto asignado a la Secretaría de Seguridad se destina al pago de salarios a los policías. Custodio recordó que entre el 2006 y el 2008 la población expresaba su preocupación por el aumento indiscriminado de policías que eran lanzados a la calle sin la preparación adecuada
En el 2005, Honduras contaba con 7,500 policías, cantidad que aumentó a 10,534 en el 2006 y a 13,000 en el 2007, para el 2010 la Policía Nacional contaba con 14,000 miembros, de los cuales 13019 pertenecían a la escala básica y 881 oficiales.
De la mano con el aumento del número de policías también incrementó el presupuesto de la Secretaría de Seguridad, al extremo de alcanzar un monto de 31,006.52 millones de lempiras ($.1,629.57 millones de dólares) entre el año 2005 y el 2010.
Pese al aumento del número de policías y del incremento anual del presupuesto asignado a la Secretaria de Seguridad, el defensor de los derechos humanos, consideró que los índices de criminalidad aumentaron considerablemente a partir del año 2006.
Registros del CONADEH indican que en el 2006, Honduras reportaba una tasa de 46.2 homicidios por cada 100,000 habitantes, cifra que aumentó a 66.8 en el 2009 y a 86.5 en el 2011, con la cual se supera casi diez veces más la tasa mundial establecida en 8.8.
Podemos concluir, declaro Custodio, que el aumento del número de policías no ha sido la solución, porque ahora que la exposición a la delincuencia ha desbordado la capacidad preventiva o de la represión policial del delito, la población se siente más insegura que nunca.
Reiteró que la población miraba con preocupación, como el aumento del número de policías sin la preparación adecuada iba de la mano con el aumento de la delincuencia, pues ni siquiera les practicaban estudios psicológicos para determinar si tenían o no vocación para ese servicio comunitario.
El ombudsman hondureño lamentó que todavía muchos policías mueran en los enfrentamientos con los delincuentes por la falta de un chaleco antibalas o por el uso inexperto de sus armas.
Policías tienen la misión evangelizadora de actuar con ética en su desempeño
Consultado sobre cómo revertir la percepción que hay en la población en el sentido de que la policía lejos de generar confianza provoca temor, Custodio considera que los encargados de la seguridad en el país deben ganarse la confianza y el respeto de todos con base en su buen desempeño. «El respeto se gana, no es resultado del temor ni del tratar de imponerse a nadie, el respeto lo da la gente con sus buenas actuaciones», expresó.
Agregó que, en la medida que los jefes policiales sean depurados en esa medida el pueblo hondureño va ir tomando confianza. Declaró que los oficiales de policía tienen una gran misión evangelizadora, dar el ejemplo y demostrar la probidad, la ecuanimidad y la ética en su desempeño.
En su criterio, la policía empezará a ganarse el respeto de la población cuando capturen y pongan a la orden de los tribunales a los policías que ejecutaron a los dos estudiantes universitarios y hacer lo mismo con los responsables de cometer tantos crímenes en el país.
En el nuevo contexto el crimen organizado es una amenaza para el país
Custodio considera que en cada época de la historia hay un contexto y que a nadie sensato se le escapa que el contexto político, social y económico de Honduras es totalmente diferente al de los años 70 u 80.
En ese sentido, declaró que la policía ya no debe ser únicamente una institución para prevenir el delito común, hoy tiene que enfrentar una delincuencia organizada, nacional y transnacional. «Vamos, nosotros como Estado, a tener la misma política de seguridad pública que se necesitaba en los años 40 y 50 del siglo pasado, estaríamos desfasados» apuntó.
Añadió que a estas alturas del siglo XXI tenemos que repensar la política del Estado en materia de seguridad pública y de defensa nacional. Advirtió que el espacio aéreo, el espacio terrestre y el espacio marítimo de Honduras está siendo violado, no por otro Estado, no por fuerzas de otro Estado sino que por el crimen organizado.
FUENTE: Comisión Nacional de los Derechos Humanos de Honduras