HONDURAS: Impunidad agudiza la muerte violenta de mujeres en Honduras

Desde el 2008 a la fecha se registró un promedio de más de una víctima diaria con el hallazgo que, en el 94% de los crímenes él o los responsables son personas desconocidas para las autoridades de investigación. En una carta remitida recientemente al Congreso Nacional urgió a los diputados  se tipifique el delito de femicidio en el Código Penal  para sancionar sin contemplaciones a los autores de tan abominables hechos.



El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, condenó la forma violenta en  que más de una docena de mujeres perdieron la vida, en los últimos días, a manos de familiares y desconocidos y lamentó la impunidad con que actúan los responsables de cometer tan abominables crímenes.

 

 El ombudsman hondureño urgió a las autoridades  encargadas de la seguridad  mayor efectividad en sus actuaciones  hasta dar con los responsables y ponerlos a la orden de los tribunales,  para que los crímenes no se sumen a la larga lista de casos impunes que se registran a diario en el país por falta de investigación.

 

 

Los  hechos violentos comenzaron en la aldea Barrosa, municipio de San Ignacio, Francisco Morazán, donde un padre de familia identificado como Ricardo Ramos le infirió un disparo en la cabeza a su esposa Mabelí Elvir con quien había procreado cuatro hijos, uno de ellos de apenas dos meses de nacido.

 

La ola de crímenes continuó contra la odontóloga Dulce María Hernández,  a quien un individuo no identificado le disparó sobre su humanidad provocándole la muerte, en las cercanías de su residencia, otra mujer dedicada al rubro de los bienes y raíces fue abatida a tiros en la calle que conduce a la Villa Olímpica de Tegucigalpa.

 

En Olancho, la señora Vilma Gaitán murió violentamente a manos de su propio hijo que le infringió alrededor de siete puñaladas en su cuello y tórax. En Tocoa, la Reina Mejía y su esposo, el vicepresidente del Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), Pedro Salgado, fueron ejecutados  en su propia casa por desconocidos.

 

La lista continuó con el asesinato de la dueña de  una pulpería localizada en la colonia Flor del Campo de Comayagüela, más otra que murió a manos de hombres no identificados cuando echaba tortillas de harina  en una glorieta de la colonia Lempira en el sector de Chamelecón.

 

Los interminables hechos violentos contra las mujeres continuaron con la ejecución de la presidenta del patronato de la colonia “10 de Septiembre”, a manos de personas desconocidas, en Chamelecón, a ésta se suma la muerte de Doris Lizzeth Moreno y su esposo acribillados en la colonia Planeta de San Pedro Sula.

 

Preocupado por la situación de violencia contra las mujeres, el ombudsman hondureño, remitió en fecha reciente una carta al Congreso Nacional,  en la que urge  se tipifique el delito de femicidio en el Código Penal, como una de las medidas  para contrarrestar la violencia contra las mujeres y sancionar a los autores de tan abominables hechos, que en los últimos tres años y medio dejo como saldo el promedio de más de una víctima diaria.

 

Custodio explicó que el femicidio no existe en el Código Penal hondureño  por lo que se aplican otros tipos penales  detallados  en el título sobre los “Delitos contra la vida y la integridad corporal”.

 

“Estamos tratando que en el Código Penal se tipifique en forma individualizada el crimen contra la mujer y si es posible que haya una pena agravada”, dijo.

 

El femicidio es calificado, por Custodio, como  la mayor violación a los derechos humanos y el más grave delito de violencia contra la mujer por el ensañamiento que hay por parte del victimario, al mutilar, desmembrar o dejar marcas en el cuerpo de la víctima.

 

Agregó que ese ensañamiento se vio reflejado en el sangriento episodio ocurrido en San Pedro Sula que involucra a una profesora, su hermana y una bebe de 18 meses que fueron abatidas por criminales en el interior de su auto cuando regresaban del cine con destino a su residencia.

 

Señaló que en manos de los asesinos perecen desde profesionales universitarias, amas de casa, estudiantes, trabajadoras de maquilas, vendedoras, ancianas y hasta niñas de escasos meses de nacida.

 

Se estima que entre el año 2002 y el primer semestre del 2011 murieron en forma violenta  alrededor de 2,400 mujeres.

 

Uno de los hallazgos, hasta ahora, es que el 70% de las víctimas tienen un rango de edad entre los 15 y los 40 años, aunque las más expuestas a morir en forma violenta son las mujeres entre los 20 y los 24 años.

 

La situación es de tal magnitud que, en los primeros seis meses del 2001, alrededor de 220 mujeres perdieron la vida en forma violenta, de las cuales el 83% fueron víctimas de las armas de fuego, un 14% de las armas blancas, mientras que  el resto murió por asfixia, estrangulamiento y por otras causas violentas.

 

Señaló que uno de los hechos lamentables, sobre la muerte violenta de mujeres, es que en apenas el 6% de los casos se conoce al responsable del hecho lo que indica que en el 94% de los crímenes el responsable es una persona desconocida para las autoridades encargadas de la investigación.

 

El defensor de los derechos humanos considera que la actual situación de violencia contra las mujeres es producto de la ausencia de políticas públicas preventivas, la carencia de programas específicos contra el femicidio, las deficiencias en la investigación y la impunidad.

 

 FUENTE: Comisión Nacional de los Derechos Humanos de Honduras