Desde hace algunos años, el sistema de salud se ha caracterizado por ser débil, fragmentado, con limitada capacidad de gestión y financiamiento inequitativo y de exclusión social, lo que dificulta su planificación y su operatividad.
Alrededor de 375 denuncias por violaciones al derecho a la salud atendió el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), durante el 2018, reveló un informe divulgado por este ente estatal.
Entre las denuncias presentadas por los afectados se destaca la denegación, deficiencia o mal trato en la prestación del servicio, ausencia de medicamentos en el sistema, negación en la prestación de servicios médicos, servicios con calidad inferior, negligencia y mala práctica médica.
Además, según el informe, existe una serie de problemas que afectan el goce de los niveles básicos de servicios de salud en Honduras.
Entre estos se menciona la ausencia de una administración especializada y gerencia efectiva, una infraestructura obsoleta y sin mantenimiento, desabastecimiento de medicamentos, equipo (médico y no médico) y mobiliario insuficiente, deteriorado y sin mantenimiento, insuficiente de personal médico y baja calidad en atención y servicios de salud.
El titular del CONADEH, Roberto Herrera Cáceres, sugirió a las autoridades hondureñas acatar las recomendaciones internacionales relativas a la Atención Primaria de la Salud como eje estructurador y organizador del sistema de salud y asegurar su complementariedad con los hospitales departamentales y nacionales.
También recomendó fortalecer el presupuesto asignado a la salud, la capacidad de gestión del sistema y la administración de los recursos humanos.
“Se debe fortalecer cada nivel de salud para que la población necesitada de asistencia mantenga su mayor proximidad con su familia, la comunidad y se evite la carga excesiva que experimentan los hospitales nacionales”.
Según Herrera Cáceres, de debe aplicar, conforme a nuestra realidad y a partir de ella, los programas de salud elaborados por la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como los objetivos y metas correspondientes de salud de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
El Defensor del Pueblo es del criterio que se debe revisar la Ley de Contratación del Estado e introducir un capítulo especial sobre la adquisición de medicamentos e insumos médicos y quirúrgicos para el sistema público de salud.
Sobre la base de las experiencias del 2014 a la fecha y a los estudios correspondientes, propuso planificar la forma de evitar que se produzcan desabastecimientos de medicamentos esenciales, en un porcentaje inferior al 75%, y de contar siempre con medicamentos vitales.
Herrera Cáceres instó a las autoridades hondureñas a que cumplan con las recomendaciones señaladas en el informe “Aspectos básicos del servicio público y goce del derecho humano a la salud por los habitantes de Honduras”, preparado por este ente estatal a finales del 2018.
Dichas recomendaciones establecen la estructuración, financiamiento y funcionamiento adecuados de la Atención Primaria de la Salud, como eje organizador del sistema público de salud y la gestión profesional correspondiente.
El sistema nacional de salud está constituido por el sector público, compuesto por la Secretaría de Salud y el IHSS, y por el sector no público o privado, con y sin fines de lucro, así como de organizaciones gubernamentales, grupos profesionales, agentes de financiamiento, organizaciones privadas, comunitarias y locales y los proveedores de servicios.
El sector público cubre el 60 por ciento de la población a nivel nacional y constituye la mayor red de establecimientos de servicios de salud en el país.
Desde hace algunos años, el sistema de salud se ha caracterizado por ser débil, fragmentado, con limitada capacidad de gestión y financiamiento inequitativo y de exclusión social, lo que dificulta su planificación y su operatividad.
Ha mostrado un marcado y continuo desmejoramiento en la calidad de atención y de servicios brindados en los establecimientos de salud y no ha podido responder eficientemente a las necesidades del pueblo para gozar de una vida sana.