En el Día del Trabajo, saludo a todos los trabajadores y trabajadoras hondureños de la economía formal e informal, a los trabajadores independientes, los que trabajan a domicilio, los que trabajan en las ciudades, los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales.
Con el mismo interés, y porque esta situación tiene que ver también con su vida y dignidad, debo recordar a los hondureños y hondureñas actualmente desempleados y en edad de trabajar, entre ellos y en especial: jóvenes, mujeres, adultos mayores, personas con discapacidad, personas de pueblos indígenas, trabajadores en la economía informal, incluyendo a egresados de centros de educación superior que no encuentran posibilidades de trabajar. Ellos tienen el derecho a ser protegidos contra el desempleo.
En relación con todos ellos y la solidaridad necesaria para el progreso de la comunidad nacional, exhorto a tener presente que el trabajo es piedra angular de una sociedad con justicia social. Es bien público que, por respeto a la dignidad humana, el Estado debe realmente garantizar, en condiciones de equidad, seguridad social y libertad.
El Estado de Honduras debe proteger a todas y todos los habitantes en su derecho al trabajo decente y productivo y a recibir oportunas capacitaciones y actualizaciones, y debe fomentar constantemente posibilidades de trabajo para todas y todos, en seguimiento de una política nacional activa de pleno empleo productivo y trabajo decente, con una estrategia clara conducente al desarrollo sostenible de nuestra Patria.
En ese sentido, reitero al Estado, mi respetuosa recomendación de promover y apoyar concretamente el bienestar de las comunidades municipales, mediante la implementación transparente y verificable de un Plan Nacional de Apoyo Subsidiario a la seguridad humana y el Desarrollo Sostenible que, complementando la efectividad y eficacia de los planes municipales de desarrollo, incluya una estrategia pragmática y pronta de trabajo decente y productivo, capacitación laboral permanente e innovación empresarial responsable, en cada municipio.
A nuestro esfuerzo de país, en esa dirección, de parte del Estado, sociedad civil incluyendo sector privado: necesitamos asociar la acción concertada con la comunidad internacional vinculada por la Agenda mundial 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo 8 es el de “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.
Este objetivo tiene directrices que deben cumplirse por los Estados y respetarse debidamente, en Honduras, por parte de las empresas nacionales y multinacionales, de conformidad con los Principios Rectores sobre las empresas y Derechos Humanos.
Tegucigalpa, Honduras, Centroamérica, 30 de abril del 2019