Durante la conferencia “Hacia una nueva cultura de los derechos humanos y seguridad social”, el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Hidalgo, Raúl Arroyo, expuso que “en las comunidades indígenas la mujer continúa siendo tratada como un objeto, propiedad del varón a causa de los llamados usos y costumbres que aplican en su forma de organización social”.
Ante estudiantes de maestría y licenciaturas de la institución educativa, el Ombudsman hidalguense agradeció la invitación del Rector Luis Téllez, así como la presencia del Secretario de Servicios Administrativos, Felipe Cadena y del Director Jurídico de la UPT, Isaac Luna; además de la asistencia de las Regidoras Municipales Patricia Perea, de Tulancingo, y Norma García, de Cuautepec, respectivamente, quienes son presidentas de las comisiones de derechos humanos de sus asambleas municipales.
Durante su exposición, Raúl Arroyo exhibió la dificultad que para un organismo defensor de los derechos humanos implica “llegar a las comunidades indígenas a decir que su forma de organización social y familiar, que han practicado por generaciones, de manera ancestral, es violatoria de los derechos humanos, principalmente de las mujeres.”
Denunció que “aún existe la creencia de que la mujer es un objeto de uso, de propiedad, que debe caminar detrás del varón, cargando en muchos casos bultos de leña, de objetos de su uso cotidiano mientras el hombre avanza adelante regularmente en alguna montura”.
Señaló que cuando funcionarios de la CDHEH acuden a estas comunidades, “la mayor parte en la zona del Valle del Mezquital, la Huasteca y la Sierra Otomí Tepehua” se encuentran con una primera gran dificultad: “las primeras en asumir que así debe ser, cuando hablamos de estas violaciones a los derechos de las mujeres, son ellas mismas”.
A pregunta expresa de las regidoras municipales presentes, el Ombudsman estatal manifestó que la forma adecuada de crear una nueva cultura de respeto a los derechos humanos en este y todos los temas, “es apostar por la educación de los jóvenes, que ellos sean quienes comiencen a erradicar estos vicios y prácticas vejatorias que con la aplicación de los usos y costumbres vulneran aún más a un sector vulnerable per se: las mujeres indígenas”.
Así mismo, Raúl Arroyo agradeció el interés de la Universidad Politécnica de Tulancingo y sus directivos “precisamente en este tema tan importante para nosotros y que sin la colaboración de instituciones académicas como esta sería mucho más difícil realizar, la difusión de los derechos humanos entre la juventud.”
Finalmente, acompañado por directivos de la UPT, Arroyo realizó un recorrido por las instalaciones del plantel para constatar la calidad en el servicio educativo que brinda, conociendo el funcionamiento de aulas, talleres y laboratorios así como del equipo que utilizan los estudiantes de ingenierías, licenciaturas y maestrías que ahí se imparten.
FUENTE: CDH del Estado de Hidalgo, México.