HIDALGO: Bienvenido 2011: Expectativas del Ombudsman

Bienvenido este nuevo año con una cauda de buenas expectativas. A pesar del saldo negativo que en materia de derechos humanos produjo el recién expirado 2010, con todo y festejos patrios, para 2011 se advierte un horizonte de posibilidades que entusiasman; sin dejar de presentarse preocupante en medio de una adversidad que se antoja interminable –al menos en el corto plazo-, y del creciente desánimo producido por la violencia que debiera ser nuestro principal objetivo a superar, si queremos sostener la viabilidad del país y sobre todo la cohesión del Estado mexicano.

 

Hidalgo mantiene la excepción en muchos de esos aspectos conflictivos, característicos lamentablemente en otras regiones de la república. Sin caer en las comparaciones fáciles, es evidente que distamos mucho de padecer situaciones como las que mantienen sumidas en una permanente incertidumbre a entidades del norte, limítrofes incluso del territorio hidalguense, y el occidente. Hay en ello una fortaleza que si bien apuntala nuestro futuro, conlleva por eso mismo un reto: mantenerla y acrecentarla cuando muchas determinantes nos vienen de fuera.

 

Construir un blindaje de dimensión suficiente para enfrentar con éxito esos factores exógenos, perjudiciales para nuestro desarrollo estatal, es responsabilidad de todos; nadie puede decirse, y mucho menos sentirse, ajeno a participar y comprometerse en atender esa necesidad. Todos somos corresponsables, independientemente del sitio que ocupemos en la estructura social, de aportar a la construcción de ese dique protector que nos mantenga en situación de menor vulnerabilidad.

 

Un acertado desempeño gubernamental es la pieza clave en esta cruzada, pero los ciudadanos y las instituciones públicas y privadas, no estamos al margen; por el contrario, debemos ser el motor que impulse y respalde las acciones emprendidas desde los gobiernos estatal y municipales, y llevar a cabo las nuestras propias, empezando por el cumplimiento de las obligaciones. El conjunto, bien articulado, conducido con sensibilidad y respeto a las diferencias, comprometido en un mismo rumbo, será el valor intrínseco que necesariamente hará más sólida su ejecución. De otra suerte, sin una conciencia clara de la situación por la cual transitamos ni voluntad para resolverla, quedaremos más expuestos a los embates de todos conocidos y sufridos por muchos.

 

Desde la responsabilidad del Ombudsman de las y los hidalguenses, la visión es de optimismo; hay preocupación pero no catastrofismo. Tenemos buenos signos para el futuro más próximo: con una actitud de estadista, sin reticencias para la redistribución del poder conforme a las exigencias democráticas de hoy, el gobernador Miguel Ángel Osorio envió la iniciativa de Ley de Derechos Humanos para Hidalgo a la LX legislatura, ente político que a poco de concluir ya se distingue históricamente por el compromiso de sus diputadas y diputados integrantes, en el desahogo de una agenda donde los derechos humanos han tenido lugar importante. Un conjunto de disposiciones legales expedidas durante el periodo constitucional 2008-2011 dan muestra fehaciente de ello: la figura del regidor de derechos humanos en la Ley Orgánica Municipal; las aplicables contra la trata de personas; para la atención de personas con discapacidad; y, las que tutelan los derechos de las comunidades indígenas. De ahí que la propuesta legislación de Derechos Humanos tenga amplias posibilidades de ser votada por las diversas fracciones parlamentarias.

 

Así, las expectativas para 2011 no pueden ser mejores. La aprobación de la Ley de Derechos Humanos significa un avance de gran calado para encauzar soluciones a múltiples pendientes; detonante de una nuevas actitud a partir de normas jurídicas de contenido y alcance acordes a la velocidad de las transformaciones y la dinámica de situaciones inéditas; que necesariamente obligarían a más responsabilidades y compromisos para el respeto, protección y promoción de los derechos fundamentales y la no discriminación en el estado de Hidalgo. Sería un promisorio inicio de la segunda década del siglo XXI hidalguense.

 

Raúl Arroyo*
www.raularroyo.com
*Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Hidalgo.
 

FUENTE: CDHEH. Hidalgo, México