GUATEMALA: «Los derechos humanos de los migrantes viajan con ellos, no importa el país en que se encuentren»

La asesora del Procurador de los Derechos Humanos, María Eugenia Solís, participó en un programa radial el 25 de julio, en el cual se abordó el tema de la crisis humanitaria que atraviesa la niñez migrante.

Al respecto, manifestó que el enfoque que se maneja desde la Magistratura de Conciencia, es que las personas no migran porque quieren, se ven forzadas por la falta de oportunidades, educación, fuentes de trabajo, así como por la inseguridad que se vive en el país, aspectos que deben ser garantizados por el Estado a toda la población.

«La tendencia de criminalizar a los padres es inadecuada, inhumana e ilegal», indicó Solís, al referirse a que es el gobierno el que no cumple con proteger a las familias, garantía fundamental que no solo está en los tratados internacionales de derechos humanos, sino también en la Constitución Política de la República. A quienes deben perseguir las autoridades competentes es a la delincuencia organizada, lo cual incluye a los coyotes, quienes engañan y extorsionan a las personas que deciden viajar a los Estados Unidos de América (EUA).

Expresó que por medio de organizaciones que trabajan el tema de la migración se sabe que están trasladando a los niños no acompañados de EUA al Sur, luego a México y finalmente a Guatemala, y lo más grave es que no lo hacen con los procedimientos adecuados, ya que no es cierto que los tengan en buenas condiciones tal y como argumentan, ya que están hacinados en bodegas que ellos llaman albergues.

Para finalizar, la funcionaria manifestó que los derechos se llevan consigo, no importa el país en el que uno se encuentre, y en EUA no solo no respetan los procedimientos, sino que no se permite la reunificación familiar, lo cual es inhumano, ya que las niñas, niños y adolescentes que migran tienen derechos, y lo más lamentable es que al volver a su país se encuentran de nuevo con un sin sabor de pobreza e inseguridad y sin la esperanza de reunirse con sus padres.

 

FUENTE: Procurador de los Derechos Humanos de Guatemala