GUATEMALA: La defensa de la dignidad no es sólo un derecho: es una obligación con la humanidad

Las violaciones de derechos humanos son cometidas por autoridades y agentes del Estado, grupos de poder político y económico o personas particulares, con el fin de mantener privilegios y control de situaciones que producen beneficios para unos e injusticias y sufrimientos para muchos.

La defensa de los derechos humanos no es algo nuevo, es parte de la historia de la humanidad, pues desde hace muchos siglos se ha alimentado de los principios y valores desarrollados en esa trayectoria de lucha por vivir con dignidad.

La necesidad de satisfacer las carencias físicas, espirituales e intelectuales ha movilizado a las personas de todas las épocas a buscar el cómo garantizar condiciones para vivir libres de pobreza, humillación, abusos y temores.

La noción básica de que todas las personas merecemos respeto y consideración por el hecho de ser personas, ha sido el motor de la defensa de los derechos humanos desde lo màs antiguo de la humanidad.

Desde el surgimiento de la propiedad privada y el Estado, la humanidad ha limitado el ejercicio del poder, a través de esfuerzos del los pueblos por establecer leyes que lo regulen para que no sea absoluto y arbitrario.

Gracias a la conquista y defensa de sus derechos la humanidad ha ido superando etapas históricas terribles; sistemas de explotación de extrema crueldad y prácticas humillantes que han dejado tanto muertos, calamidades y sufrimientos individuales y colectivos pero aún falta mucho por hacer.

La lucha por los derechos humanos no termina nunca, porque, en cada periodo de su historia, la humanidad encuentra nuevos desafíos para vivir en paz y asegurar su dignidad.

Pero también es importante que no sólo informemos, sino que eduquemos en el tema, para fortalecer el respeto a la dignidad humana y promover los valores de igualdad, libertad y solidaridad. Que la población organizada o no, sepa que puede defender sus derechos y cómo hacerlo; Se necesita una población conciente de sus derechos y con voluntad para defenderlos. Que conozca, exija y se comprometa en el esfuerzo para que se respeten, pues un “Derecho que no se conoce no se reclama”

Los defensores y defensoras de derechos humanos son personas que provienen del pueblo, surgen en las organizaciones que defienden estos derechos. Por eso, participan activamente en reuniones y jornadas de protesta que se realizan para demandar el respeto a sus derechos.

El Estado está obligado ante su pueblo y ante la comunidad internacional a garantizar la seguridad y la integridad de las personas que viven en su territorio. Por eso, debe adoptar toda clase de medidas que permitan promover y garantizar la protección y respeto de los derechos fundamentales.

Las leyes son importantes para la convivencia humana, no basta que estén escritas deben cumplirse, pues soñamos que Guatemala sea un Estado-Nación con una identidad intercultural, cuyos habitantes ejerciten la democracia participativa, promuevan y disfruten la equidad, justicia, solidaridad y la convivencia armónica con la naturaleza.

FUENTE: Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala