El titular de la Defensoría del Consumir y Usuario, Fernando Trabanino, en entrevista con medios de difusión social, expresó que el año 2014 es el más difícil para las y los consumidores, en cuanto a adquirir productos de la canasta básica.
El 21 de julio, el titular de la Defensoría del Consumir y Usuario de la institución del Procurador de los Derechos Humanos, Fernando Trabanino, en entrevista con medios de difusión social, expresó que 2014 es el año más difícil para las y los consumidores en cuanto a adquirir productos de la canasta básica.
El funcionario expresó que la Defensoría mantiene, durante el transcurso del año, una supervisión de precios a la canasta básica, por lo cual detectó que son 5 los productos que más sufrieron incremento, de los cuales destacan: los granos básicos, verduras, gas propano, combustibles y la carne de res; y por ende los que más han golpeado el bolsillo de los guatemaltecos debido a que las familias tienen que invertir más recursos para poder adquirirlos y llevarlos a su dieta.
También el tomate, la papa, el güicoy, el güisquil y el chile pimiento son productos que aumentaron de precio, de Q0.50 a un Q1.00, la carne de res incrementó de Q.1.00 a Q.2.00, con un precio de 28 quetzales a 30 quetzales por libra dependiendo de la calidad, los combustibles y el gas propano han tenido varios ajustes al alza y algunos mínimos hacia la baja.
Según el defensor no existen causas justificables para incrementos debido a que no se identifica una causa real que aumente los precios, atribuyendo a que son factores secundarios, por ejemplo el contrabando o algunas faltas de acciones específicas de instituciones.
«El 2014 para nosotros, según nuestros monitoreos y la percepción de los consumidores, es el año más difícil para adquirir productos de la canasta básica, han sufrido incremento productos vitales del consumo diario de la dieta, es decir todos los guatemaltecos los consumimos, por ejemplo, los granos básicos como el fríjol y el maíz, que son parte primordial de la dieta de personas que viven en pobreza y pobreza extrema, es la alimentación del día a día; el incremento de estos productos repercute en invertir más recursos para satisfacer sus necesidades básicas», concluyó el defensor.
FUENTE: Procuraduría de los Derechos Humanos de la República de Guatemala