Mario, un menor de apenas 8 años de edad, alumno de tercer grado de la Escuela Motolinia, soltó frente al resto de sus compañeritos, una pregunta al Procurador de los Derechos Humanos; ¿por qué hay padres de familia que explotan a sus hijos?, le cuestionó.
Y es que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2007, en Guanajuato hay más de 200 mil menores entre los cinco y los 17 años que se ven obligados a trabajar.
Reportes de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, señalan que México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en cuanto a explotación laboral infantil se refiere; mientras que la organización civil denominada Tahis, Desarrollo Social, documenta que en nuestro país, unos tres millones de niños sufren este tipo de explotación.
El Ombudsman, Gustavo Rodríguez Junquera, respondió que a pesar de que se han hecho muchos esfuerzos por proteger a los niños de la explotación laboral y otros abusos, hay quienes (desafortunadamente) todavía se resisten y no respetan plenamente los derechos de la infancia, un sector de la sociedad que es muy vulnerable por las sus condiciones físicas.
Como parte de un Taller sobre los Derechos de los Niños, el Ombudsman, Gustavo Rodríguez Junquera, se reunió con un grupo de pequeños de este municipio, con quienes convivió anticipadamente con motivo del Día del Niño, que se celebra en muchas partes del mundo este próximo 30 de abril.
El funcionario explicó al grupo de menores, el origen de la Convención sobre los Derechos de los Niños. Platicó que en el año de 1989, líderes de todo el mundo decidieron que los niños y las niñas debían tener derechos, y que todos los respetaríamos. Fue así que se reunieron y los definieron en un documento llamado: Convención sobre los Derechos de los Niños.
Esta Convención, les dijo, establece lo que todos ustedes necesitan para tener una infancia feliz que les permita desarrollarse plenamente, y garantiza la protección y el desarrollo de los niños.
Sin embargo, aún cuando muchos países tienen leyes que protegen a la infancia, algunos no las cumplen. Eso quiere decir que muchos niños en el mundo, viven en situación de pobreza, sin hogar, sin protección de leyes, sin acceso a la educación, en situación de abandono, afectados por enfermedades, etcétera.
Al hablarles sobre los derechos mínimos a que deben tener acceso los menores de edad, les habló del: derecho a la salud, a la educación, a gozar de condiciones de vida adecuadas, al esparcimiento, al juego, a la libre expresión de sus opiniones, a recibir el mismo trato y oportunidades, a vivir libremente, a tener un nombre y una nacionalidad.
FUENTE: Procuraduría de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato