Las marcas propias de los supermercados locales son preferidas frente a las marcas líderes y el consumidor se inclina por artículos con rótulos no tan conocidos para economizar.
Conforme a una evaluación realizada por el Área de Defensa al Usuario y Consumidor de la Defensoría del Pueblo, al ingresar al noveno mes del presente año, la misma concluyó que se llega a esta altura, con una fuerte preocupación para los consumidores en relación al aumento no solamente de los productos de la canasta básica alimentaria, sino también de otros alimentos de consumo masivo que han sufrido considerables incrementos.
En todo ello se afirmó que el aumento permanente de las naftas tuvo y tendrá incidencia directa en la conformación de los precios por parte de los comerciantes locales al ser el flete uno de los componentes que como gastos se traslada a las góndolas inexorablemente. De allí que, la evaluación realizada por el Organismo de la Constitución en el mercado local haya arrojado que en este ultimo mes se hayan generado tendencias donde la gente se inclina o prefiere artículos de primera necesidad con rótulos no tan conocidos para así economizar.
Los consumidores formoseños adquieren fundamentalmente solo segundas marcas en los supermercados y ha habido un descenso en la venta de artículos de primera calidad, creciendo paralelamente la elección por otras alternativas, donde el vecino busca buenos precios ante el aumento de firmas de renombre. El Defensor del Pueblo, Dr. José Leonardo Gialluca manifestó que es llamativo como los consumidores en nuestra plaza han tomado el hábito de adquirir “marcas propias” que venden los supermercados y que constituyen elementos de calidad y con un porcentaje aproximadamente de 20% mas barato que los de marcas lideres.
Para tratar de reducir el impacto del aumento de alimentos, los consumidores dejan de lado las primeras marcas y se vuelcan a estos productos locales, fundamentalmente en el rubro panificado u optan por los alimentos de segundas marcas con precios más económicos. Esta tendencia de consumir alimentos más baratos ya no es conducta de una determinada clase social, sino que se ha establecido como regla economizar a través de todos los medios.
De acuerdo con lo evaluado, el Organismo de la Constitución, pidió a todos los consumidores favorecer a los comerciantes de la plaza que tengan mejores precios y mejores ofertas sin descuidar la calidad del producto, castigándose fundamentalmente aquellos que determinan por unidades mayores márgenes de ganancia y que terminan perjudicando la economía domestica de todos.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la Provincia de Formosa