Con el objetivo de sensibilizar a los padres de familia y evitar la violencia intrafamiliar, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, realizó una capacitación en la comunidad de Pueblo Nuevo, municipio de Acambay, para recordarles a los habitantes del norte de la entidad sus derechos y obligaciones, entre ellas, respetar a sus hijos.
La psicóloga Sandra Tetatzin Contreras fue la encargada de impartir la plática “La importancia de ser padres y evitar la violencia intrafamiliar” enfocada a prevenir el abuso de un integrante de la familia contra otro, además de hacer comprender a los participantes que como padres deben cuidar a sus hijos, porque independientemente de su edad, necesitan atención y respeto.
Durante la plática, se puntualizó que los adolescentes y jóvenes tienen el derecho de ser atendidos, de tal manera que los papás tienen la obligación de darles cariño, inculcarles la responsabilidad y continuar con la formación de valores, así como estar al pendiente de ellos en todas las etapas de su vida.
El hecho de fomentar la comunicación entre los integrantes de la familia, explicó la psicóloga, ayudará a prevenir que los jóvenes caigan en situaciones de riesgo como el suicidio, el bullying, paternidad o maternidad a temprana edad o alguna adicción como alcoholismo o droga.
El objetivo de la plática es que reconozcan que todos los integrantes de la familia son iguales y en su caso, los hijos tienen derecho a una vida libre de violencia y a no ser maltratados, aspecto en el que hizo énfasis, ya que en esa comunidad como en varias de la entidad, a los jóvenes les llaman la atención a base de golpes.
Hubo quien comentó que así les fue enseñado, pero cuando se le recordó cuál es el objetivo de ser padres, entendieron que no deben comportarse así, sino que existe otra forma de convivir como familia, para trabajar y comunicarse con sus hijos y sobre todo, nadie por la condición que tenga, puede estar sometido a tratos crueles.
“Se pueden solucionar los conflictos, siempre basados en el respeto de la dignidad de los integrantes de la familia, y sobre todo, no violentando los derechos humanos sino trabajando para mejorar como sociedad”.
Durante la capacitación, la psicóloga hizo una dinámica en la que formó parejas, y uno de ellos tomó el papel del hijo y otro del padre, para que le expresaran sus sentimientos, y hubo quien reconoció que nunca ha manifestado su cariño a sus descendientes.
FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México