Deben recibir atención médica oportuna y su deber es no propagar la enfermedad. Las personas que viven con VIH/SIDA tienen derecho a no ser discriminados, pero también el deber de no ocultarlo a sus parejas, tener relaciones sexuales de forma protegida y no donar sangre, para no propagar la enfermedad entre la sociedad, indicó Cristina Dyjak Montes de Oca, adscrita a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, la funcionaria de la Codhem reconoció que el mayor problema al que se enfrentan quienes padecen este mal, es la discriminación, derivado de los prejuicios y falta de información de la sociedad. Detalló que en ocasiones la segregación se produce al interior de la propia familia, por el desconocimiento de la enfermedad por parte de los parientes, pero también por la ignorancia de quien tiene VIH/SIDA, pues no sabe sus derechos y permite ser discriminado.
En este sentido, señaló que la Codhem a través de la Subdirección de Atención a Grupos en Situación de Vulnerabilidad, trabaja para difundir y promover los derechos de las personas con esta enfermedad, para que sea de su conocimiento que no les puede negar atención médica, y ninguna autoridad puede segregarlos por su condición de salud. Dyjak Montes de Oca dijo que también se les indica a dónde acudir si sus derechos fueron vulnerados, cómo presentar una queja, asimismo se les orienta sobre instituciones que ofrecen atención médica y psicológica de manera gratuita.
Explicó que cualquier persona que padezca VIH/SIDA debe recibir atención médica en forma adecuada y oportuna, información sobre los tratamientos más efectivos, nadie puede obligarlos a revelar su padecimiento o entregar una prueba de detección, además, los enfermos deben decidir libremente si quieren hacerlo, y los resultados deben ser confidenciales. Reiteró que la discriminación es el peor enemigo de quien enfrenta un problema de salud relacionado con el VIH/SIDA, esto aleja a las personas del servicio de salud y los vuelve vulnerables, concluyó.
FUENTE: Comisión de Derechos Humanos del Estado de México