La cultura de la no discriminación no sólo atañe a los grupos vulnerables o de diversidad sexual, sino a todos como sociedad, porque en la medida en que se acepten tendremos una sociedad de avanzada y de progreso.
Israfil Filós Real, presidente del Consejo Ciudadano para la Prevención y Eliminación de la Discriminación, de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, explicó que la no discriminación debe pasar de ser un enunciado a una exigencia que se tipifique como un castigo, y no sólo una llamada de atención para quien la violente.
«La discriminación es añeja pero logra inscribirse en la agenda de las autoridades en el 2000 a nivel nacional y desde 2006 en el estado de México con la Ley General para Prevenir y Erradicar la Discriminación».
Filós Real señaló que el tema de la discriminación en general es un problema cultural, cuya erradicación no avanza con la rapidez que debiera, por tanto los resultados se verán hasta dos generaciones después.
Propuso no ser cómplices de discriminación, ya que «Cuando somos testigos de un acto discriminatorio o incluso víctimas del mismo hay que denunciarlo, así como evitar ser cómplice del chiste hiriente», puntualizó.
El presidente del Consejo pidió a la sociedad fomentar una cultura de la denuncia ante la Codhem, instancia a la que pueden acudir todos los grupos vulnerables no sólo de diversidad sexual sino adultos mayores, mujeres violentadas, personas discapacitadas y grupos indígenas, entre otros.
Indicó que en caso de que sientan vulnerados sus derechos, pueden acudir y presentar la queja en la Comisión y pueden estar seguros que el Consejo Ciudadano para la Prevención y Eliminación de la Discriminación actuará de manera eficaz y rápida, finalizó.
FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México