La violencia de género pone en riesgo la dignidad, sobre todo cuando es un problema que se ha «naturalizado» y transformado con las nuevas tecnologías de la información y comunicación, señaló María de los Ángeles Corte Ríos.
La directora general del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género en la Cámara de Diputados federal, acompañada del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Marco Antonio Morales Gómez, explicó que la actual programación en medios de comunicación tiende a denigrar a la mujer y esos mensajes son la primera causa de generación de violencia.
En el marco del «Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer», al dar un panorama del crecimiento de la violencia en México, Corte Ríos expuso que ocho de cada diez mujeres han padecido este flagelo, y cuatro de cada diez sufrieron agresiones sexuales, en tanto que el número de homicidios de mujeres indígenas, es del doble en comparación con aquellas que viven en zonas urbanas.
De la misma manera, indicó que la violencia de género es una forma de discriminación que impide el goce de los derechos y agregó que este fenómeno significa exclusión o segregación, y aunque no toda discriminación es violencia, sí toda violencia es discriminación porque impide que las mujeres se desarrollen.
La investigadora de la UNAM e integrante de la Red Nacional de Abogadas, dejó en claro la necesidad de exigir a las autoridades que cumplan los tratados internacionales como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) y la Convención de Belem Do Pará, cuya práctica busca acabar con la violencia de género.
Al señalar una lista de factores por los cuales no se ha erradicado este tipo de violencia, indicó que entre ellos se encuentra el miedo y el desconocimiento, pero sobre todo porque se ha «naturalizado», además la dimensión sexual es uno de los campos donde más se violenta al sector femenino pero recordó que ser mujer no es ser pasiva, ya que todas son capaces de defenderse.
Lamentó que a pesar de los mecanismos y programas para apoyar a la mujer, no se ha erradicado la situación de la violencia, en ese sentido, a las mujeres maltratadas se les canaliza a los albergues, pero quienes deben ir son los agresores, pues ellas tienen que dejar su hogar por tres meses con todo y sus hijos y a veces están más preocupadas por lo que pueden encontrar al salir.
Finalmente, hizo un llamado de alerta para evitar que se propaguen nuevas formas de agresión a través de las tecnologías de la información y la comunicación, que han abierto posibilidades al ciberbullying y la trata de personas.
FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México