Al considerar que la violencia escolar se ha convertido en un problema creciente, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, hizo un llamado a las autoridades de los tres ámbitos de gobierno, a implementar acciones, planes, programas así como las medidas necesarias para prevenir y erradicar este tipo de conducta dentro de las instituciones educativas.
Subrayó que la sociedad también debe contribuir, para que, desde el seno de las familias, se promueva la cultura y respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las personas, a fin de hacer conciencia entre los menores de edad, de las implicaciones y la gravedad del acoso escolar, así como de las repercusiones en la vida de las personas agredidas.
Al fijar su postura sobre la necesidad de combatir y erradicar la violencia escolar, en el marco del inicio del ciclo escolar 2014-2015, la CODHEM indicó que este fenómeno que se da entre iguales, no es novedoso, porque se ha presentado desde hace tiempo, sin embargo, en la actualidad se ha analizado y reconocido sus graves consecuencias.
Detalló que entre sus características destaca la existencia de un desequilibrio de poder entre víctima y agresor; la frecuencia y duración de la situación de maltrato; la intencionalidad y el carácter proactivo de la agresión; y la pretensión de crear daño.
Es un problema con implicaciones negativas en el comportamiento de niños, adolescentes y jóvenes, puntualizó el organismo defensor, al recalcar las consecuencias que trae consigo y van desde la ansiedad, profunda tristeza con cuadros de depresión y pánico, hasta intentos de suicidio para escapar de los agresores, quienes pueden ser compañeros de clase o de escuela.
Al respecto, los instructores adscritos a la Secretaría Técnica de la Defensoría estatal de habitantes, tienen un calendario de visitas a los centros escolares, para brindar información a los alumnos y concientizarlos de que la violencia escolar se debe erradicar, porque puede derivar en afectaciones físicas y psíquicas de las víctimas.
Asimismo, la Codhem trabaja con profesores y padres de familia, ya que son los dos sectores encargados de la formación de los menores, por tanto, se les solicita de que estén atentos a la conducta de los educandos, para detectar comportamientos violentos, disminución del nivel académico o baja autoestima; a fin de que se pueda atender el problema o canalizar a las instancias correspondientes.
FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México