Con la finalidad de generar la cultura de respeto hacia los demás, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, realiza diversas acciones para fomentar el uso del lenguaje incluyente, destacó la jefa del Departamento de Concertación y Logística, Cristina Dyjak Montes de Oca.
Explicó que el lenguaje es discriminatorio cuando se utilizan palabras o frases para descalificar, denigrar o insultar a una persona o a un grupo, por eso es importante evitarlas en el uso diario. Hay palabras con connotación racista como «gringo» o «indio»; sexista cuando se les dice «vieja» a los hombres y clasista como «naco»; también tienen esa carga de marginación los diminutivos al decir «cieguito» o «sordito» en lugar de dirigirse a ellos como personas con discapacidad.
El lenguaje sexista, indicó la servidora pública de la Codhem, es una forma de discriminación y consiste en un trato desigual a determinado sexo, al considerarlo inferior al otro, aunque por lo general es hacia las mujeres a quienes se dirige ese tipo de expresiones.
Históricamente se ha tomado al hombre como modelo, de ahí que el lenguaje empleado de forma cotidiana sea en masculino, por ejemplo cuando se hace referencia a un profesionista pocas veces se habla en femenino, con lo que se invisibiliza a la mujer, indicó.
La Organización de las Naciones Unidas sugirió adoptar medidas para erradicar el lenguaje excluyente, promoviendo los valores de respeto y no discriminación en la sociedad, sobre todo entre los menores de edad.
En ese sentido, en acato al llamado de la ONU, el organismo defensor realiza acciones de sensibilización a través de pláticas y talleres para los diferentes grupos sociales, como padres de familia, profesores, alumnos y servidores públicos, con el objetivo de promover la cultura de los derechos humanos.
Dyjak Montes de Oca, hizo un llamado a la población en general para que en caso de que sean testigos de alguna discriminación a través de las palabras, lo denuncien, a fin de crear conciencia sobre los derechos que tienen todas las personas.
FUENTE: Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de México