Hay que abrir la mente y el corazón para ser incluyentes con quienes tienen otra forma de pensar y otra cultura.
Es momento de que la población mundial aprenda a vivir junta, que entienda que su forma de ver la vida no es universal; en el planeta existen más de 7 mil millones de personas que piensan y sienten diferente, señaló la académica María del Rosario Guerra González.
Al dictar una conferencia en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, aseguró que para comprender las diferencias se requiere abrir los ojos, la mente y el corazón, para ser incluyentes con quien tiene otra forma de pensar y de sentir, además de que es necesario conectarse con otras culturas, a fin de promover una sana convivencia entre los seres humanos.
La investigadora de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México consideró que aún cuando resulta común que cada persona crea tener la verdad en cuanto a su forma de ver la vida y suponga que el resto de la población está equivocada, en materia de derechos humanos, es necesaria una visión más respetuosa de los demás, donde se privilegie la interculturalidad y se acepten las diferencias.
Durante su conferencia “Los derechos Humanos desde la Interculturalidad”, la especialista indicó que cada una de las personas que viven en el mundo tiene su propia cosmovisión, es decir, la interpretación que hacen del universo a partir de su cultura, pero para vivir en armonía es necesario reconocer las diferencias y darles la misma importancia.
Lo que se califica como “normal” para un sector de la población, explicó, está marcado por la cultura en la que cada persona se desarrolla, “desde que nacemos se nos muestra el mundo desde una óptica y creemos que es así, pero los que nacieron en otra cultura tienen otra visión, pero no significa que estén en un error”, afirmó.
FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México