ESTADO DE MÉXICO: Fomenta ONG principios y valores al interior de penales

Reintegrar a personas que cometieron un delito y purgan en prisión una sentencia, representa un reto constante porque cuando salen de la cárcel deben aprender a vivir nuevamente en libertad, afirmó Aniceto Alfredo Rodríguez Vilchis, presidente del Grupo Arco Iris A.C., luego de indicar que realiza visitas a los centros penitenciarios de la entidad mexiquense, para recordar a las personas recluidas que deben observar principios y valores siempre.

Agregó que a los internos de los distintos centros estatales de readaptación social, se les instruye para que tengan presente que todavía son parte de su familia y de la sociedad, aún cuando están en prisión, y que tienen valores, que quizá no supieron aplicar en su momento y por eso cometieron un ilícito y fueron encarcelados.

El representante de la Organización No Gubernamental, que trabaja en colaboración con la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, dijo que para tener acceso a las cárceles mexiquenses, se signó un convenio con la Dirección de Prevención y Readaptación Social de la entidad, que les permite desarrollar actividades al interior de los penales, a fin de contribuir a la reinserción de que quienes purgaron alguna condena.

Rodríguez Vilchis, refirió que entre las necesidades más apremiantes está tener una casa con capacidad para recibir a las personas que son liberadas de la cárcel o bien preliberadas, pero que no tienen familia, pues aunque el área de Trabajo Social de la Dirección de Readaptación Social hace una labor intensa para buscar a los parientes, en ocasiones no los encuentran.

Explicó que su trabajo por un lado consiste en recibir a las personas que fueron presas un día, para que permanezcan en una casa y se adapten a su libertad. Consideró que es un problema difícil vivir bajo presión psicológica y física en un centro de reclusión, por tanto, aquellos que se encuentran en fase de prelibertad, un tiempo antes de ser libres, se les debe dar un espacio para adaptarse a su nueva vida.

FUENTE: Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México