ECUADOR: Pronunciamiento del Defensor del Pueblo, ante las declaraciones vertidas por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, que afectan derechos del colectivo LGBTI

La dignidad humana, en forma individual y colectiva, es un valor primordial, relacionado con la posibilidad real de que todas las personas, sin discriminación por lugar de origen, identidad de género, orientación sexual u otras, puedan ejercer sus derechos fundamentales con libertad e igualdad, desarrollando a plenitud su potencial de emancipación, para la satisfacción autónoma de sus necesidades.

La Constitución de la República vigente, como la expresión máxima de las históricas luchas sociales, transversaliza la obligación en el reconocimiento y protección de la dignidad de las personas por parte del Estado. Por lo tanto, el poder público y sus autoridades, en todos los niveles, tienen la obligación de garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales, expresados en la Carta Magna.

En esa línea, los discursos de las autoridades también deben propender a la construcción de nuevas formas de convivencia, y no situar en condiciones de riesgo, la dignidad de las personas, como ha sido el caso de la comunidad LGBTI, afectada por las expresiones del Alcalde Jaime Nebot, quien se ha referido de forma peyorativa a los homosexuales, utilizando su orientación sexual como insulto y descalificación, contra manifestantes reprimidos por la policía metropolitana porteña.

Estas expresiones del Alcalde de Guayaquil, en su calidad de autoridad local, afectan los derechos de la comunidad LGBTI en una dimensión individual y social, porque refuerzan creencias y prejuicios contra la homosexualidad, ya superados por la sociedad ecuatoriana, alentando sentimientos de rechazo y violencia que menoscaban su libertad y autonomía. Según datos del INEC, esta población ha sufrido discriminación en el ámbito educativo, laboral, salud, justicia, espacios públicos y privados, en más del 40 por ciento; y, ha sido víctima de violencia en los mismos ámbitos, en más del 50 por ciento.

Con las consideraciones expuestas, la Defensoría del Pueblo, en defensa de las personas, invita al Alcalde de Guayaquil a construir espacios armónicos de relación intercultural, diversa, participativa y plural, mediante discursos respetuosos de la dignidad humana, apoyados por políticas incluyentes que desarrollen y no menoscaben el pleno ejercicio de los derechos humanos.

Ramiro Rivadeneira Silva
DEFENSOR DEL PUEBLO

 

FUENTE: Defensoría del Pueblo de la República de Ecuador