El éxodo masivo de personas venezolanas y el impacto que genera en materia de protección de derechos humanos de la población migrante y refugiada, así como de las comunidades de acogida frente a las respuestas de los organismos estatales implementadas, a nivel regional, fueron la pauta para que la Defensoría del Pueblo de Ecuador convoque a las Instituciones Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Bolivia, Brasil, Colombia, México, Perú y Venezuela, para generar una estrategia regional de intervención, basada en el enfoque de derechos humanos, que potencie la aplicación práctica de respeto a los derechos de género y movilidad humana en la región.
Gina Benavides, Defensora del Pueblo de Ecuador, agradeció la presencia de sus pares David Tezanos (Bolivia), Domingos Sávio Dresch de Silveira (Brasil), Carlos Negret (Colombia), Luis Raúl González (México) y Eugenia Fernán Zegarra (Perú), además de las y los representantes de la sociedad civil de los países convocados, sobre todo, Venezuela; y de los organismos internacionales de Derechos Humanos que trabajan en materia de movilidad humana, en la zona latinoamericana.
La máxima titular de la Institución Nacional de Derechos Humanos del Ecuador, en cumplimiento al mandato constitucional, señaló que se activó frente al drama humano de las personas venezolanas en movilidad humana en el país y realizó una convocatoria a las entidades públicas, ONGs y sociedad civil latinoamericana para generar una estrategia que eficientemente tutela y proteja los derechos humanos de la ciudadanía que emigra de la república de Venezuela.
Por ello, la Defensoría del Pueblo, conjuntamente con CARE Ecuador y el apoyo del Programa Andino de DDHH de la Universidad Andina Simón Bolívar, ACNUR y UNICEF, aunaron esfuerzos para llevar a cabo el Foro Regional “Desafíos en la protección de los derechos de población venezolana en movilidad humana en Latinoamérica, espacio que propició un diálogo, para reflexionar y proponer acciones conjuntas, es decir, elaborar estrategias conjuntas de intervención que contribuyan al efectivo ejercicio de derechos de las personas venezolanas y latinoamericanas en situación de movilidad humana y su convivencia con las poblaciones de acogida en la región.
Además, el foro buscó concretar el principio de pluralidad contemplado en los Principios de París, como norma que regula el funcionamiento de las INDH, y que promueve espacios de relación y coordinación con la sociedad civil y la cooperación internacional. El trabajo de estos dos días marcó una serie de retos, principalmente, el reconocimiento del otro, del migrante “refugiado como semejante”; el vivir el uno junto al otro en paz, en solidaridad y cooperación mutua; el respeto a la diversidad, la vigencia material y práctica de los derechos; la necesidad de apostar por la integración y convivencia, en lugar de la exclusión, la restricción, el estigma y el miedo, supeditados al respeto a los derechos humanos y el reconocimiento de la dignidad de las personas en movilidad.
Alexandra Moncada, Directora del CARE Ecuador, enfatizó que “el apoyo para este evento será evidenciar la situación que ocurre no solo en Ecuador, sino en la región, la cual está vinculada a la misión de CARE para combatir la pobreza, la inequidad e integrar esfuerzos para tutelar los derechos de las niñas/niños y mujeres en toda la región…Venezuela vive una de las peores crisis humanitarias de su historia, que afecta no solo aquellos que están en tránsito sino los que están llegando a sus destinos, situaciones que están marcadas por el estigmatismo, xenofobia, inseguridad y por las diferentes dinámicas de cada país”.
Carlos Reyes, Coordinador del Programa Andino de DDHH de la Universidad Andina, invitó a pensar no solo en las condiciones de las personas venezolanas que están en situación de movilidad sino en todos los ciudadanos del mundo que somos migrantes. “Sobre la situación actual de los ciudadanos venezolanos, los países debemos analizar y elaborar recomendaciones y estrategias para lograr impactos que puedan paliar la situación de movilidad humana, frente a las situaciones que generan las decisiones estatales que muchas veces son contradictorias y vulneran derechos, como la solicitud de pasaportes y documentos de identidad apostillados que resulta difícil conseguir, generando situaciones de xenofobia, criminalización, pobreza, trata con fines de explotación laboral y sexual, discriminación, entre otras, lo que nos lleva a pensar en cómo podemos asegurar condiciones de dignidad y de respeto para las personas venezolanas”.
En este aspecto, el desarrollo del foro motivó un encuentro entre distintas instancias, tanto desde las organizaciones de derechos humanos como organizaciones nacionales e internacionales, sociedad civil venezolana y ecuatoriana, que posibilitaron abordar toda una serie de desafíos de alta complejidad que implicó no solamente analizar las situaciones de tránsito, sino de acogimiento de integración venezolana en nuestro país. Adicionalmente, los titulares de las INDH presentes, esperan emitir un pronunciamiento público, con acuerdos puntuales que garanticen el respeto y a la dignidad de los derechos humanos de las personas venezolanas en movilidad humana, en toda la región latinoamericana.
Finalmente, Javier Arcentales, asesor del despacho de la Defensoría del Pueblo de Ecuador, recalcó que el reto es cómo hacer efectivos los derechos de las personas desde los diferentes ámbitos de las instituciones, ONGs y sociedad civil, ante nudos críticos (normativa y políticas migratorias), atención humanitaria de urgencia, protección especial a grupos de atención prioritaria, igualdad y no discriminación en el ejercicio de derechos, y combate a la xenofobia, trata de personas y tráfico de personas.
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