Identificar los escenarios de riesgo que visibilicen la afectación de los derechos fundamentales de las mujeres en las zonas rurales en el marco del conflicto armado, lo mismo que en sus derechos a la tierra y al territorio, propuso el Defensor del Pueblo, Vólmar Pérez Ortiz.
La propuesta la presentó el viernes pasado en Bogotá durante la clausura del Encuentro Nacional de Mujeres Rurales en Situación de Desplazamiento por el goce efectivo de sus derechos a la Tierra y contra la Violencia de Género, evento organizado por el Sistema de Alertas Tempranas (SAT) y la Defensoría Delegada para los Derechos de la Niñez, la Juventud y la Mujer de la Defensoría del Pueblo.
A juicio del Defensor, las situaciones de desplazamiento que genera la confrontación armada, la falta de equidad en el sector rural, la situación de vulnerabilidad a la que se ven expuestas las mujeres rurales por los roles propios de su condición de mujer, madre y, con frecuencia, la de ser cabeza de hogar, esposas y, además, lideresas sociales, constituyen contextos sobre los que debe realizarse un ejercicio conjunto de recaudo y sistematización de información que permita reunir los elementos necesarios para elaborar un informe de riesgo que alerte a las autoridades competentes sobre la afectación de los derechos de la mujer rural.
“Lo anterior, busca que se prevengan y mitiguen esas situaciones críticas, preservando de esta manera los derechos fundamentales de las mujeres y personas que se encuentren en situación de riesgo en las zonas rurales colombianas”, señaló Pérez Ortiz.
Presentación de denuncias
Igualmente, la Defensoría del Pueblo indicó que presentará a las entidades competentes del Estado las denuncias registradas, así como recomendaciones para que se adopten acciones de manera oportuna que impidan la pérdida de vidas y demás violaciones a los derechos humanos, como desplazamientos y despojos de tierras. Del mismo modo, para que se dé efectiva protección a los territorios que reclaman como legítimas dueñas.
Durante dos días, el encuentro abordó dos bloques temáticos. El primero, dirigido por el equipo del SAT y de la Defensoría Delegada para los Derechos de la Niñez, la Juventud y la Mujer de la Defensoría del Pueblo, que, por medio de jornadas de trabajo en grupo, buscó construir conjuntamente escenarios y mapas de riesgo con enfoque de género y de derechos humanos que distingan claramente las afectaciones puntuales a las mujeres rurales y los problemas que giran en torno a la defensa del derecho a la tierra.
En el segundo bloque temático se presentaron ponencias sobre las definiciones conceptuales de los términos territorio, tierra y territorialidad; así como de institucionalidad y reservas campesinas; Ley de Víctimas y una mirada comprensiva sobre las Violencias de Género en el conflicto armado.
Flagelo del despojo
El encuentro también hizo pública la difícil situación de las mujeres en sus territorios, resistiendo el flagelo del despojo en sus diferentes modalidades, por preservar las zonas de reserva campesina y la biodiversidad, en medio del impulso de planes y proyectos de monocultivos, de extracción minero-energética y acaparamiento de tierras, entre otros, que tienen como común denominador la expulsión de sus propios territorios
Asimismo, el evento también buscó fortalecer los lazos de confianza entre la Defensoría del Pueblo y las organizaciones sociales en el marco de la defensa de los derechos humanos y la observancia del Derecho Internacional Humanitario (DIH) para las mujeres de las zonas rurales; trabajo representado en gestiones, labores y acciones ante las diferentes autoridades responsables de la protección de los mismos en los niveles municipal, departamental y nacional.
Mujeres valerosas
El “Encuentro Nacional de Mujeres Rurales en Situación de Desplazamiento por el goce efectivo de sus derechos a la Tierra y contra la Violencia de Género”, surgió de la necesidad de dar a conocer las situaciones de amenaza, de vulnerabilidad y riesgos a que se ven expuestas, en especial las de origen campesino, las afrocolombianas e indígenas, muchas de las cuales han sido desplazadas y se encuentran en situación de desarraigo por haber asumido de manera valerosa la defensa de sus derechos fundamentales y su derecho a la tierra. Las mujeres rurales sufren diferentes manifestaciones de violencia ya sea por vivir en el campo, por ser mujeres o por ser víctimas de la violencia.
Las cifras de la violencia
De acuerdo con la encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS) de 2010, el 11, 6% de la mujeres rurales expresó haber sido víctima de alguna manifestación de violencia física por parte personas ajenas a su esposo o compañero; el 28.9% de aquellas que tuvieron pareja, reconocieron haber sufrido alguna forma de violencia por parte de su esposo o compañero. A ello se suma la violencia sicológica; el 52.7 % de ellas manifiestan ser víctimas de este tipo de violencia por parte de su esposo o haber sido amenazadas (Profamilia).
Las mujeres rurales también son víctimas de violencia sexual. De acuerdo con esta encuesta el 8.8% manifestó haber sido violada por su esposo o compañero, y el 5.09 % por personas diferentes como padre, hermano, jefe o desconocido. También han sido víctimas de reclutamiento forzado y adicionalmente obligadas a cumplir el papel de combatientes e informantes o, incluso, son usadas como esclavas sexuales.
FUENTE: Defensoria del Pueblo de la República de Colombia