El aumento en los brotes de enfermedades infectocontagiosas, la muerte de reclusos y la mala atención de los servicios sanitarios en las instituciones penitenciarias y carcelarias del país son una clara muestra de que la salud de las cárceles debe ingresar a cuidados intensivos.
Así lo advirtió el Defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora Gómez, luego de realizar una visita a la cárcel de Bellavista en Medellín, donde corroboró una situación similar a la que registran en la mayor parte del país.
«Estamos verificando cómo Caprecom está garantizando las emergencia y la atención de los presos, pero no estamos tranquilos con el servicio que se está prestando, porque no es bueno ni en Bellavista ni en otras cárceles, y de esta verificación le presentaremos un informe al Ministro de Salud», aseguró Otálora Gómez.
Al iniciar un recorrido nacional por varias cárceles, para verificar la situación sanitaria, Otálora Gómez se mostró preocupado porque en el seguimiento que la Defensoría del Pueblo ha venido haciendo seguimiento a los diferentes problemas que enfrenta el sistema de salud y de manera particular en su prestación en los centros penitenciarios y carcelarios. «Si los ciudadanos del común tienen dificultades con el acceso y la calidad de los servicios de salud, pues muchísimo más grave es la situación de la población que se encuentra recluida en estos centros», destacó.
El Defensor del Pueblo se mostró preocupado porque la situación sanitaria en dichas instituciones se convierte en una amenaza latente e inminente no solo para la salud de los propios internos sino para todos los colombianos, lo cual es agravado por el hacinamiento que ya supera el 50% en el país y que en algunos casos alcanza niveles alarmantes del 400% como ocurre en la cárcel de Riohacha (Guajira).
El hacinamiento es una circunstancia que si bien tiene el carácter de permanente en el ámbito penitenciario y carcelario, se ha incrementado de manera notoria a pesar del esfuerzo para crear nuevos cupos a través de la construcción de más establecimientos de reclusión en diferentes regiones del territorio nacional.
Sin embargo, la situación de la mala atención de los reclusos no solo se presenta en aquellas instituciones penitenciarias y carcelarias donde se registran altos niveles de hacinamiento, sino también en aquellas instituciones donde la capacidad no está copada. Tal es el caso Complejo Penitenciario el Pedregal (Medellín) donde hay cupo para 2.445 internos pero la población total llega a 2.413 internos.
El Defensor del Pueblo realizará mañana una visita a dicho centro penitenciario para verificar de primera mano la situación de los internos, particularmente el estado de 6 mujeres y 11 hombres diagnosticados con infección por VIH, y otros tantos con tuberculosis y varicela.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la República de Colombia