Cortaron nuestros frutos, quebraron nuestras ramas, quemaron nuestro tronco, pero no pudieron arrancar nuestras raíces.
Frase de los Abuelos, atribuída al Popol Wuj,
(aunque presente en otras tradiciones orales latinoamericanas).
Las lenguas maternas de Chiapas y de México constituyen uno de los patrimonios intangibles más importantes que poseemos como Nación. Es por ello que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas se une a la conmemoración por el Día Internacional de la Lengua Materna, este 21 de febrero y reconoce el valor de la palabra de los ancestros como un Derecho Humano fundamental.
Lengua, Idioma y Dialecto: relaciones de dominación ideológica
A pesar de que con frecuencia se habla de manera indistinta -y errónea- de idioma, lengua y dialecto, como si fueran una misma cosa, al mismo tiempo se le suele asignar una jerarquización -también errónea- a estos tres términos. Comúnmente suele hablarse de: «Mi Idioma» como algo más estructurado, eficaz, certero e incluso más refinado y bello que: «Tu Lengua», y en el último sitio de la escala, de manera casi siempre condescendiente y profundamente discriminatoria, se habla de «Sus Dialectos», como la forma más elemental, burda e inculta del habla humana; y en buena medida, de esta estratificación se encarga la propia Real Academia Española, (RAE) en tanto se trata de la institución que valida y legitima al Castellano como la Lengua Española por excelencia predominante sobre otras como el Catalán, el Gallego, el Vasco y otras lenguas habladas dentro del reino español, y cuya hegemonía se implantó en América con la Conquista.
La Academia define la palabra Lengua como un: «[Un] Sistema de comunicación verbal y casi siempre escrito, propio de una comunidad humana, [que cuenta con] estructura, vocabulario y gramática propios». Y añade que es : «[Un] Sistema lingüístico cuyos hablantes reconocen modelos de buena expresión.»
En cuanto a la palabra Idioma, la RAE la ubica de manera más concreta como: «[La] Lengua de un pueblo o nación, o común a varios». De esta forma, se entiende que todo idioma es una lengua, pero no al revés, ya que el idioma se refiere a la pertenencia a un grupo determinado, (de ahí que se le suela dar una mayor importancia, en tanto que el Idioma es superior a la lengua); no obstante, incluso la propia Academia suele emplear ambos términos como sinónimos.
Por último, la RAE define al Dialecto como: «Sistema lingüístico derivado de otro, normalmente con una concreta limitación geográfica, pero sin diferenciación suficiente frente a otros de origen común».
Existe entonces una subordinación ideológica -y hegemónica- entre Idioma (el propio) la Lengua (de los «otros») y el Dialecto (que hablan «los incultos»).
No obstante, los dialectos (o variantes dialectales), lejos de ser «aberraciones» toscas e incultas de una lengua, suelen ser por el contrario, refinamientos y diferenciaciones del lenguaje, que parten de una forma de ver al mundo con una mirada distinta.
Por ello, en el caso de las Lenguas Maternas, existe la reivindicación de grupos geográfica y temporalmente determinados, que comparten historia, tradiciones y cosmovisión que les son propias, los cuales han hallado en su particular forma de hablar y comprender al mundo que los rodea, la forma de sobrevivir y resistir su autonomía, ante el embate de la lengua y cultura dominantes de los Estados-Nación en los cuales residen, que suelen referirse de manera despectiva a sus «dialectos», cuando en realidad se trata de lenguas bien estructuradas, como sucede con frecuencia en el caso de entidades como Chiapas, rico en culturas y lenguas indígenas, los cuales con mucha frecuencia son rebajadas a la categoría de meros dialectos.
La lengua materna es una de las primeras cosas que los padres heredan a sus hijas e hijos; y son precisamente las madres quienes, junto con la leche, dan las primeras palabras en el lenguaje del pueblo donde han nacido, de forma tal que forman un nexo indestructible que les une con la tierra, las tradiciones y la cosmovisión de sus antepasados.
Las lenguas maternas son mucho más que léxico, palabras y conceptos: Encierran formas de únicas y complejas de pensar, sentir y ver al mundo; contienen el legado de personas que a lo largo del tiempo y el espacio han sabido enfrentar y resolver sus problemas, y constituyen el principal elemento de identidad de los pueblos.
Qué se conmemora
Desde el año 2000, se celebra el 21 de febrero como Día Internacional de la Lengua Materna, proclamado por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La fecha conmemora las manifestaciones estudiantiles ocurridas en 1952, en Dhaka, capital del actual Bangladesh (en ese entonces, parte de Pakistán), en las cuales varios participantes murieron para que se reconociera la lengua bangla como uno de los dos idiomas oficiales.
La Lengua materna es una entidad viva y en desarrollo constante, y como tal, se ve fortalecida por el uso continuo, o bien puede correr el riesgo de morir si sus hablantes no la mantienen activa, dinámica y sana.
El Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establece en su artículo 2 que debe entenderse por Pueblo Indígena o Tribal: «…a los pueblos en países independientes, considerados indígenas por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conserven todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas».
Las lenguas del mundo: Algunas cifras
· De las poco más de 6 mil lenguas maternas que hoy se hablan en el mundo, cerca de 3 mil se encuentran en peligro, están amenazadas o muriendo.
· Más de la mitad de la población mundial (cerca de 4 mil millones de personas) habla once lenguas: chino, inglés, hindi/urdu, castellano, árabe, portugués, ruso, bengalí, japonés, alemán y francés.
· Por otro lado, unas 3 mil lenguas son habladas por tan sólo de 8 millones de personas.
· Esto se traduce en que 96 por ciento de las lenguas vivas en el mundo son habladas por sólo el 4 por ciento de la población.
La UNESCO considera que la lengua de una comunidad está en peligro cuando 30 por ciento de sus niñas y niños no la aprende, por una compleja red de causas, que van desde la decisión de los propios padres, quienes con frecuencia deciden no enseñarla para que sus hijos e hijas no sean discriminados por la cultura dominante, o bien por situaciones de guerra, migración o desplazamiento forzado de la comunidad, o factores como el contacto con una cultura más agresiva, o acciones destructivas de los miembros de una cultura dominante, o una mezcla de estos y otros factores de carácter económico, político, social y religioso.
La presencia de los medios masivos de comunicación, que en la mayoría de los casos emplea sólo la lengua nacional como forma dominante, ha contribuido a acelerar estos procesos de erosión lingüística en todo el mundo.
Las lenguas maternas en México
Más de 12 millones de personas en México, cerca del 11 por ciento de la población total, pertenece a un pueblo indígena. Nuestro país está considerado como el quinto país a nivel mundial en diversidad cultural (algunas fuentes lo sitúan en octavo puesto) con alrededor de 64 pueblos indígenas reconocidos, con más de 100 lenguas y variantes dialectales) así como el tercer lugar en biodiversidad.
Según datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), México tiene el primer lugar en el mundo en variedad de reptiles, el segundo en mamíferos, el cuarto en anfibios y plantas vasculares, el décimo en mariposas y el vigésimo en aves.
Ambos datos no pueden comprenderse de manera independiente. Los territorios con mayor biodiversidad del planeta (y en México no son la excepción) se asientan mayoritariamente en lugares donde también existe presencia de pueblos originarios desde tiempos ancestrales; la biodiversidad se mantiene gracias a la tradición oral y a los conocimientos acumulados a lo largo de los siglos por los pueblos indígenas acerca de cómo convivir en armonía con el entorno.
No obstante, desde antes de la llegada de los españoles, a la fecha, en nuestro país se han perdido cerca de 110 idiomas, incluso el chiapaneco y el cuilateco fueron declaradas lenguas muertas a finales del Siglo XX y principios del XXI, al fallecer sus últimos hablantes nativos.
De las lenguas que aún se hablan en nuestro país, al menos 14 de ellas se consideran en serio peligro, o ya moribundas, y cuatro o cinco más con un número ‘sustancial’ de hablantes también corren riesgo de desaparición por la tendencia decreciente de hablantes menores de cinco años.
Los Pueblos y Culturas Indígenas en Chiapas
Chiapas es una entidad étnicamente diversa y culturalmente plural; a nivel nacional ocupa el segundo lugar, tanto por el número de pueblos indígenas, como por la biodiversidad, con al menos 12 lenguas vivas y más de 10 variantes dialectales.
La Constitución Política del Estado de Chiapas reconoce y protege a los pueblos:
Tseltal, Tsotsil, Ch’ol, Zoque, Tojolab’al, Mame, Mochó, Kakchiquel, Chuj, Kanjobal, Jacalteco, y Lacandón, (o Maya-Caribe), Pueblos que poseen y habitan territorios en 96 municipios de la entidad.
Según datos del Censo General de Población 2010, En el estado de Chiapas, había 1’141,499 personas mayores de 5 años que hablan alguna lengua indígena, lo que representa 27.1 por ciento de la población de la entidad.
Cabe señalar que esta cifra no contempla a la población menor de 5 años en ese entonces, que ahora es mayor a dicha edad, y es hablante de alguna lengua indígena.
Se estima que de cada 10 mexicanos, uno es indígena, y de cada diez indígenas, uno es chiapaneco. De cada 100 hablantes de lenguas indígenas en el país, 14 declararon no hablar español.
Uno de cada cuatro chiapanecos pertenece a un pueblo indígena. 35 por ciento de ellos sólo habla su lengua materna.
Las lenguas indígenas en Chiapas se encuentran entre las 10 más habladas del país; El 88 por ciento de los indígenas de Chiapas son monolingües, y más del 80 por ciento de las familias viven en condiciones de pobreza.
Entre las lenguas originarias con más presencia en el país, se encuentran el náhuatl, maya y las mixtecas, con 1.5 millones, 796 mil y 494 mil personas, respectivamente. El cuarto lugar lo ocupa el tseltal, con 474 mil hablantes, el sexto puesto es para el tsotsil, con 429 mil; y el décimo lugar para el ch’ol, con 222 mil.
Las lenguas más usadas, por número de hablantes en Chiapas son: Tseltal y Tsotsil, juntas representan el 66 por ciento de la población indígena, seguidas por el Ch’ol, con 17 por ciento y el Tojol-ab’al, con 7 por ciento del total de hablantes en la entidad.
Se trata de pueblos que a pesar de su enorme riqueza cultural, han sido víctimas históricas de una política brutal de despojo y explotación, así como de una indigna situación de exclusión, inequidad e injusticia que los han condenado a la marginación y pobreza extrema.
A pesar de los avances en los últimos años en materia de reconocimiento de sus derechos humanos y colectivos, persiste un gran desconocimiento de su realidad, su cultura y su cosmovisión.
En los últimos años, el Estado ha realizado un importante esfuerzo para hacer valido el Derecho a la Educación de los Pueblos Indígenas, prueba de ello son las traducciones del material didáctico y los libros de texto diseñados en lenguas indígenas. Asimismo, en los últimos años ha facilitado la participación de equipos interdisciplinarios de investigadores, pedagogos, antropólogos, lingüistas y traductores, los cuales se han encargado de la elaboración de gramáticas y sistemas de escritura de las distintas lenguas indígenas, que les permitan apropiarse de la forma escrita de sus lenguas originarias, con base en ello, se han desarrollado los libros de texto.
No obstante, en algunos casos, el material didáctico, incluidos los libros, están alejados de los valores culturales y la cosmovisión de los pueblos indígenas; Además se hace necesaria una verdadera política cultural por parte del Estado Mexicano, que propicie el respeto a la autonomía y a la autodeterminación de los pueblos.
Por otra parte, es bien sabida la falta de acceso generalizada e histórica por parte de los pueblos indígenas al sistema de justicia oficial, situación que se desprende en rasgos generales de la inaccesibilidad geográfica, económica y cultural, vinculada esta última al idioma. El sistema de justicia en sí, es excluyente de la identidad y la cultura indígena, lo que genera perjuicios y discriminación a su población.
En este sentido, no basta con la existencia de los traductores dentro de los procedimientos jurídicos y administrativos, se requieren medidas que contemplen el pluralismo jurídico, basado en sistemas de justicia consuetudinaria; se requiere de la interpretación cultural como parte de la traducción en procesos legales.
Es por ello que para la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas resulta particularmente importante que esta celebración internacional de las lenguas maternas no se quede solamente en la exaltación de la riqueza lingüística y cultural de los Pueblos Originarios, sino que se traduzca en políticas públicas y acciones de los gobiernos a nivel municipal, estatal y nacional en favor del acceso de los Pueblos a los derechos amparados por nuestra Constitución, de cara a las recientes reformas en materia de derechos humanos, y los instrumentos internacionales firmados por el Estado Mexicano que reconocen el compromiso de hacer valer los derechos humanos y colectivos en favor de los Pueblos Originarios de la entidad y del país, para que nunca más exista en nuestro territorio un México que dé la espalda y deje sin voz a sus pueblos indígenas.
Los pueblos indígenas de Chiapas suelen darle una gran importancia y valor a la palabra, y se definen a sí mismos como hombres y mujeres verdaderos, que dicen verdad, cuya palabra tiene un valor, una fuerza y un peso que les viene de los ancestros que les han dado la lengua como su más preciado bien, al cual honran en todo momento.
FUENTE: Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas