El Defensor del Pueblo de Bolivia, Waldo Albarracín Sánchez, finalizó su mandato con una carta en la que sintetiza los puntos más destacados de la gestión que encabezó entre 2003 y 2008.
«Este organismo tiene por delante grandes retos no sólo para conservar y profundizar los logros sino, sobre todo, para perseverar en el objetivo de construir una cultura de derechos humanos basada en los más acendrados valores democráticos», aseguró Albarracín. «La defensa, protección y promoción de los derechos humanos es, pues, un compromiso con la vida, y no admite flaquezas ni pausas: ese es el reto del Defensor del Pueblo».
Escuchá el mensaje de despedida del Defensor del Pueblo de Bolivia
Leé la carta de Waldo Albarracín Sánchez