BOLIVIA: La Defensoría del pueblo y organizaciones de mujeres lanzan el Observatorio para la Exigibilidad del Cumplimiento de Derechos

La Defensoría del Pueblo en alianza con organizaciones de mujeres y activistas que trabajan la temática de género, presentaron este miércoles, en conferencia de prensa, el Observatorio para la Exigibilidad del Cumplimiento de Derechos de las Mujeres, un espacio de trabajo que busca hacer una vigilancia y seguimiento estricto a los compromisos internacionales asumidos por el Estado boliviano y a los compromiso internos para garantizar el derecho a las mujeres a un vida libre de violencia.

«Nos hemos planteado contribuir a la transformación del sistema patriarcal de tal manera, que la violencia estructural contra las mujeres no permanezca naturalizada y así como las mujeres lograron arrancarle al sistema patriarcal las leyes y el reconocimiento de sus derechos, ahora parece ser el tiempo en que deben imponerse para que esos derechos se respeten y se cumplan, porque está visto que este sistema no tiene interés ni voluntad para que se efectivicen», señaló el Defensor durante la presentación del Observatorio.

Desde esta instancia se realizará el seguimiento y control social al accionar público acerca de los derechos de las mujeres, se incidirá de manera activa, efectiva y decisoria, en la elaboración, adopción e implementación de políticas públicas, que garanticen sus derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales, hasta alcanzar la igualdad de oportunidades y equidad de género.

Villena señaló que el Observatorio es un espacio de debate, discusión, análisis y exigencia, pero también de acción; no depende de la Defensoría del Pueblo ni de ninguna entidad ni agrupación ni de interés partidario o corporativo y son precisamente esas autonomía e independencia las que deben mantenerse como su mayor fuerza y valor «porque no hay nada más desalentador que las organizaciones sociales, que habiendo tenido tanta fuerza y vigor en la lucha por los derechos de las mujeres, se conviertan en apéndices y adornos de partidos y líderes machistas que las utilizan como escaleras electorales».

El trabajo de este espacio, dijo, es otra forma de reforzar la lucha contra la violencia hacia las mujeres, pues continúa y aumenta la preocupación frente a los escalofriantes datos que ya se conocen y que muestran que siete de cada diez mujeres son víctimas de algún tipo de violencia, que Bolivia ocupa el primer lugar en violencia hacia la mujer en la familia y el tercer lugar, entre los países de la región, en violencia sexual y que hasta la fecha suman 30 feminicidios en el país. Un informe de Naciones Unidas sobre trata y tráfico de personas, señala que poco más del 70% de las víctimas, son mujeres, Bolivia se encuentra entre los países incluidos en dicho Informe.

La autoridad relievó que en Bolivia tengamos las leyes más avanzadas en materia de protección, una de las tres Asambleas Legislativas en el mundo donde el 50% son mujeres, cifras como la diferencia favorable a las mujeres en términos de escolaridad, Generalas en las Fuerzas Armadas y en la Policía, más de un tercio del Gabinete Ministerial, el 48% de las Concejalías en el país y un número creciente de empresarias, académicas e intelectuales.

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Sin embargo, reclamó que aunque hay mujeres Asambleístas o Ministras, quien decide es el sistema político patriarcal y porque las leyes más avanzadas solo sirven para hacer estadísticas de los cien feminicidios anuales y de las más de 25.000 denuncias de violencia física que se conocen.

«Pese a tener la mitad de las concejalías, apenas hay 19 alcaldesas en 340 municipios y la mayoría de las mujeres pequeño empresarias trabajan bajo formas precarias, sin seguridad, protección ni garantías; más de la mitad de las mujeres trabajadoras son víctimas de algún tipo de acoso o de abuso en sus fuentes laborales y porque una mujer en Bolivia sigue ganado menos que un hombre por desarrollar el mismo trabajo; el 95% de las violaciones ocurren contra mujeres, muchas de ellas menores de doce años y seguimos siendo el país número uno en violencia sexual en la región y uno de los más altos del mundo en violencia contra la mujer», señaló.

Asimismo, dijo que esta exigencia debe partir primero por demandar de las propias mujeres una verdadera conciencia de género. «Tengo la convicción que las mujeres que son autoridades y lideresas tienen ahora una enorme responsabilidad histórica que va más allá de lo simbólico y lo discursivo, porque ellas encarnan la esperanza para que los niveles pandémicos de violencia salvaje y brutal que afectan a las mujeres, se enfrenten con pleno compromiso y eficiencia, que de otro modo no van a cambiar, porque quienes ahora tienen la obligación de enfrentarla, son patriarcas mucha veces tan violentos y machistas como los feminicidas», manifestó.

 

 

FUENTE: Defensoría del Pueblo del Estado Plurinacional de Bolivia