El Defensor del Pueblo, David Tezanos Pinto, con motivo del Día y mes de la Pachamama, llamó a agradecerle y ofrendarle, respetando la cosmovisión y la diversidad.
“La identidad, las creencias religiosas, espiritualidades y la protección de lugares sagrados de las naciones y pueblos indígena originario campesinos son un derecho garantizado en el Artículo 30 de la Constitución, por lo que sus rituales, símbolos, vestimentas y otros deben ser valorados, respetados y promocionados, hacia la búsqueda y restitución, en la convivencia armónica interreligiosa sin discriminación, y el desarrollo de mecanismos propios de salvaguarda”, manifestó.
La autoridad defensorial enfatizó que la resignificación de conceptos y significados desde la visión y dominación cultural occidental, como sucedió con el de Pacha Mama, que se traduce comúnmente como “Madre Tierra”, llevó a la abstracción y reducción de una concepción de mayores significados”.
Resaltó que en agosto, considerado el mes de la Pachamama, el 4 y 8 de se celebra el culto a la Wak´a y al Apu. Este período, dijo, es el punto central de la sincronicidad con el calendario agroastronómico andino, donde se sostiene que la Pachamama despierta del “samaña”, interrumpe su descanso e hibernación y tiene hambre; por lo que necesita reponer fuerzas y comer para iniciar un nuevo ciclo de fertilidad. Por eso, acotó, se efectúa el “pago”, “pagapu”, “despacho”, “la ofrenda corpachada”, y otros rituales, que son parte de un sistema de reciprocidad entre el mundo material y el espiritual, que tiene la finalidad de hacer efectiva la confraternidad, gratitud y el “vivir bien” entre el ser humano y la naturaleza (dar de comer y beber).
“Estos rituales se realizan principalmente en lugares sagrados, que vienen a ser espacios naturales o construidos, urbanos o rurales, considerados de concentración de energía cósmica y natural, de vida y sabiduría. También se realizan en negocios, domicilios y lugares de trabajo público o privado, tiendas de mercado, puestos de venta en la calle”, manifestó.
Finalmente, conceptualizó que etimológicamente Pachamama deriva de Pacha que en aymara y quechua significa “espacio-tiempo, cosmos-universo”, es decir “la totalidad”, el todo en unidad inseparable y en movimiento constante; y Mama, que significa “madre” y está vinculado a la naturaleza, al mundo, la tierra, el agua, los vegetales, minerales, los animales, y más”.
“El Pacha es el aquí y el ahora, es la realidad que todo lo sustenta, contiene y mantiene y donde todos somos parte, nada ni nadie está fuera del Pacha. Nuestros ancestros supieron comprender esto y a través de sus guías espirituales pudieron relacionarse con la Pachamama, mucho antes que la física occidental formulara el concepto de espacio-tiempo”, resaltó el Defensor.