La madre tierra podrá vivir sin nosotros, pero nosotros no podemos vivir sin ella.
Nosotros los pueblos, naciones y organizaciones indígena provenientes de diversas partes del mundo, reunidos en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, del 19 al 22 de abril del año 2010 en Tiquipaya, Cochabamba- Bolivia, después de amplios debates, decimos:
Los pueblos indígenas somos hijos e hijas de la madre tierra o pachamama en quechua. La pachamama es un ser vivo del universo que concentra energía y vida, cobija y da vida a todos sin pedir nada a cambio, es el pasado, presente y futuro; es nuestra relación con la madre tierra. Convivimos con ella desde hace miles de años con nuestra sabiduría, espiritual cósmica ligada a la naturaleza. Sin embargo, el modelo, impulsado y forzado por los países industrializados que promueven la explotación extractivista y la acumulación de riquezas, han transformado radicalmente nuestra relación con la Madre Tierra. El cambio climático, debemos constatar que es una de las consecuencias de esta lógica irracional de vida. Esto es lo que debemos cambiar.
La agresión a la madre tierra, los golpes y las violaciones contra nuestros suelos, bosques, flora, fauna, biodiversidad, ríos, lagos, aire y el cosmos son golpes contra nosotros mismos. Antes pedíamos permiso para todo. Ahora se pretende desde los países desarrollados que la madre tierra nos pida permiso a nosotros. No se respeta nuestros territorios, particularmente de los pueblos en aislamiento voluntario o en contacto inicial, y sufrimos la más terrible agresión desde la colonización solo para facilitar el mercado y la industria extractiva.
Reconocemos que pueblos indígenas de todo el mundo, vivimos en una época de crisis generalizada: ambiental, energética, alimentaría, financiera, de valores, entre otros, como consecuencia de las políticas y actitudes de Estados racistas y excluyentes.
Decimos que en la conferencia climática de Copenhague, los pueblos del mundo que exigimos un trato justo fuimos reprimidos y los Estados causantes de la crisis climáticas, debilitaron aun mas los posibles resultados de las negociaciones y no asumieron compromisos vinculante alguno. Limitándose simplemente a respaldar el entendimiento de Copenhague que plantea objetivos insuficientes e inaceptables en relación acciones de respuesta al cambio climático y financiamiento para los países y pueblos más afectados.
Afirmamos que los espacios de negociación internacional han excluido sistemáticamente la participación de los pueblos indígenas. Por este motivo ahora, los pueblos indígenas nos hacemos visibles en estos espacios, por que al haberse herido y saqueado a la madre tierra con actividades que impactan negativamente sobre nuestras tierras, territorios y recursos naturales, nos han herido también a nosotros. Por eso los pueblos indígenas no nos quedaremos callados, sino que planteamos la inquebrantable movilización de todos nuestros pueblos para llegar a la COP 16 en México y otros espacios, articulados y preparados para defender nuestras propuestas, particularmente del Estado Plurinacional y el Vivir Bien. Nosotros, los pueblos indígenas, no queremos vivir mejor, sino queremos vivir bien, que es una propuesta para lograr el equilibrio y a partir de ella construir una nueva sociedad.
La búsqueda de objetivos comunes, según nos muestra la misma historia, solo se conseguirá con la unión de los pueblos indígenas de todo el mundo. Las raíces ancestrales, indígenas, originarias de toda la población mundial deben ser uno de los lazos que nos unan para lograr un solo objetivo
Por todo ello proponemos demandamos y exigimos:
1.La recuperación, revalorización y fortalecimiento de nuestras civilizaciones, identidades, culturas y cosmovisiones, basadas en el conocimiento y sabiduría ancestral milenaria indígena-originaria, para la construcción de paradigmas de vida alternativas al modelo de desarrollo actual y como una forma de hacer frente al cambio climático.2.El rescate y fortalecimiento de la vivencia y propuesta de los pueblos indígenas del vivir bien, reconociendo a la madre tierra como un ser vivo con la cual tenemos una relación indisoluble e interdependiente; basado en principios y mecanismos que garanticen el respeto, la armonía y el equilibrio de los pueblos con la naturaleza y como la base para una sociedad con justicia social y ambiental, que tenga como fin la vida. Todo ello para hacer frente a la crisis del modelo de saqueo capitalista y garantizar la protección de la vida en su conjunta a través de la búsqueda de acuerdos globales incluyentes.3.Exigimos a los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la aplicación de los estándares internacionales de derechos humanos y derechos de los pueblos indígenas (Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y Convenio 169 de la OIT) en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para enfrentar el cambio climático.4.Exigimos a los Estados a que reconozcan jurídicamente la preexistencia y por tanto la propiedad de nuestros territorios, tierras y recursos naturales que hemos poseído tradicionalmente como pueblos y naciones indígenas originarias, así como la restitución y restauración de los bienes naturales, las aguas, los bosques y selvas, lagos, océanos, y hielos, lugares sagrados, tierras y territorios que nos han sido arrebatados y despojados, para posibilitar y fortalecer nuestras formas tradicionales de vida y contribuir efectivamente a la solución del cambio climático. En este sentido planteamos la consolidación de los territorios indígenas en ejercicio de nuestra libre determinación autonomía y de conformidad con nuestros sistemas normativos.5.Llamamos a los Estados que no promuevan las practicas de monocultivos de carácter comercial, ni introducir y promover los cultivos transgénicos y exóticos, porque según la sabiduría de nuestros pueblos estas especies agravan la degradación de las selvas, los bosques y los suelos contribuyendo al aumento del calentamiento global. Tampoco, bajo la búsqueda de energías alternativas (como la eólica y de otro tipo, que afectan los territorios, tierras, hábitats naturales de los pueblos indígenas.6.Exigimos el cambio de las leyes forestales y ambientales de los Estados y la aplicación de los instrumentos internacionales pertinentes, para la protección efectiva de las selvas y bosques, así como su diversidad biológica y cultural, garantizando los derechos de los pueblos indígenas, incluido su participación y el consentimiento previo, libre e informado.7.Planteamos que en el marco de las acciones de mitigación y adaptación sobre el cambio climático y basados en la experiencia y el conocimiento demostrado ancestralmente, para el manejo sostenible de la diversidad biológica de nuestras selvas y bosques; establecer como política de Estado que las áreas naturales protegidas deben ser gestionadas, administradas y controladas directamente por los pueblos indígenas.8.Demandamos una revisión o en su caso moratoria a toda actividad contaminante y que afecte a la madre tierra, el retiro de las corporaciones transnacionales y de megaproyectos de los territorios indígenas.9.Demandamos la aplicación de la consulta, la participación y el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas y poblaciones afectadas en todos los procesos de diseño e implementación de medidas de adaptación y mitigación del cambio climático otras acciones de intervención en los territorios indígenas.10.Los Estado deben promover mecanismos que garanticen que el financiamiento, para las acciones de respuesta al cambio climático, lleguen de manera directa y efectiva a los pueblos indígenas, como parte del resarcimiento de la deuda histórica y ecológica, apoyando el fortalecimiento de nuestras propias visiones y cosmovisiones para el vivir bien.11.Llamamos a la recuperación, revalorización y fortalecimiento de las tecnologías y conocimiento propios de los pueblos indígenas y promover la incorporación de estos en la investigación, el diseño y aplicación de política sobre cambio climático, en complementariedad con los conocimiento y tecnologías occidentales adecuada, asegurando que los procesos de transferencia de tecnologías no debiliten el conocimiento y las tecnologías indígenas.12.Planteamos la recuperación, el desarrollo y la difusión de los conocimiento y etnologías indígenas a través de la implementación de políticas y programas educativos pertinentes, así como la modificación e incorporación de dichos conocimientos y sabidurías ancestrales en los currículos y metodologías educativas.13.Instamos a los Estados y organismos internacionales de toma de decisiones sobre cambio climático, en particular la CMNUCC, establezcan las estructuras y los mecanismos formales que incluyan la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas, comunidades locales y grupos vulnerables incluyendo las mujeres, sin discriminación, como elemento clave para obtener un resultado justo y equitativo de las negociaciones sobre cambio climático.14.Nos sumamos a la demanda de conformar un Tribunal de Justicia Climática que permita juzgar y establecer sanciones al no cumplimiento de compromisos y otros crímenes ecológicos de los países desarrollados, principales responsables del cambio climáticos. Estas instancias deben considerar la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y sus principios de justicia.15.Planteamos la articulación y organización de los pueblos a nivel mundial, a través de nuestros gobiernos, organizaciones y mecanismos locales, nacionales, regionales e internacionales, para participar en los procesos de debate y análisis con representación legitima en todo el proceso relacionado con el cambio climático: Es este sentido se propone conformar un espacio de organización, con participación especial de los Ancianos, que contribuya en la búsqueda de soluciones globales y efectivas al cambio climático.16.Proponemos luchar en todos los espacios para defender la vida y la madre tierra, particularmente en la realización de la COP 16, por eso proponemos la organización de una segunda conferencia de los pueblos para fortalecer el proceso de reflexión y acción.17.Ratificar la campaña Global organizando la Minga/ Marcha Mundial en defensa de la Madre Tierra y de los Pueblos, contra la mercantilización de la vida, la contaminación y la criminalización de movimientos indígenas y sociales.
Creado en unidad en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia, a los 21 días del mes de abril de 2010
Fuente: Tomado de la Defensoría del Pueblo de Bolivia