El Secretario General, a cargo del Defensor del Pueblo de la Nación, CPN Carlos Haquim, le solicitó al Gobierno de Jujuy información sobre el avance del proceso de recomposición del pasivo ambiental dejado en la localidad de Abra Pampa por la empresa Metal Huasi y las acciones desarrolladas para dar solución a la contaminación con plomo.
Considerando que se ha vencido el plazo de la reserva y aún no se ha recibido la información esperada de la Secretaría de Gestión Ambiental de Jujuy, con los resultados del monitoreo de polvo atmosférico, los estudios de calidad del aire y la opinión del Comité de Seguimiento del programa de remediación sobre los avances del proceso, se realizó un nuevo pedido de informes.
La investigación se inició de oficio en marzo de 2007, cuando tomó estado público el informe del Grupo de Investigación en Química aplicada (INQa) de la Universidad Nacional de Jujuy, indicando que las muestras de sangre de unos 250 habitantes de la localidad de Abra Pampa, provincia de Jujuy, presentaban valores de plomo en sangre superiores a lo normal. Allí habitan unas 7500 personas, la mitad de los cuales son niños y jóvenes menores a 17 años.
El estudio mostraba que el 81% de los niños evaluados presentaban niveles de plomo (asimilado y circulando por su torrente sanguíneo) mayores al valor establecido como límite para evitar daños a la salud y señalaba que la presencia de plomo en el lugar se debía a los depósitos de escoria de mineral de plomo (pasivo ambiental) dejado en distintos puntos del pueblo por la empresa «Metal Huasi», que funcionó en la zona hasta fines de la década de 1980, aunque luego retirado pero con consecuencias todavía nocivas para la salud.
El plomo es un contaminante persistente del ambiente que una vez que ingresa al sistema no se degrada, permaneciendo indefinidamente. Aún en pequeñas cantidades es neurotóxico y afecta áreas del cerebro que regulan la conducta y el desarrollo de las neuronas por lo que puede alterar el crecimiento físico y mental, disminuyendo el coeficiente intelectual y obstaculizando la capacidad de los niños y niñas para alcanzar su pleno potencial. Puede ingresar al cuerpo humano por inhalación si está en forma de vapor o partículas, o bien por ingestión si entra en contacto con el agua que consume la población.
La investigación realizada por el Defensor nacional mostró que tanto las autoridades de Ambiente como de Salud de Jujuy estaban en conocimiento de la situación desde 1986 (cuando la industria aún estaba en operación) pero no actuaron en consecuencia dado que no se retiraron los residuos contaminantes ni se hizo remediación del sitio y no se dio tratamiento a los afectados (aunque consta que se hicieron al menos dos estudios toxicológicos en 1986 y 2004 que mostraban la gravedad del problema).
En junio de 2007, la Nación suscribió un proyecto con el BID para remediar la zona y la provincia comenzó un «Plan de Acción Inmediato» que incluía una nueva valoración clínica de las personas afectadas (no así su tratamiento) y la remoción manual de las escorias y las cenizas -«humos blancos»- con plomo.
No obstante, los reportes de los expertos internacionales alertaron sobre la forma en que se pretendía movilizar los residuos indicando que existía riesgo de dispersión de las cenizas en el aire y/o que, en caso de humedecerlas sin las debidas precauciones, el plomo percolara a los cuerpos de agua subterráneos. Esta «movilización inadecuada» implicaba un mayor riesgo de exposición para la salud y los ecosistemas.
Por todo lo expuesto, en octubre de 2007 se recomendó al Gobierno de la Provincia de Jujuy instrumentar con carácter de urgente un Programa de Asistencia Sanitaria para la población de Abra Pampa, a fin de dar tratamiento adecuado a toda la población, especialmente a los niños y niñas contaminados con plomo o con otros contaminantes que se detecten, en resguardo del derecho a la salud y al ambiente sano.
Y a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación se le pidió que garantice que, hasta tanto se efectúe la recomposición del pasivo ambiental dejado por la firma minera Metal Huasi sean aislados los residuos contaminantes de modo que ocasionen el menor daño posible hasta su disposición definitiva.
El seguimiento posterior del tema mostró que, aunque se realizaron acciones concretas (traslado de parte de los residuos, instalación de un cerco perimetral, relocalización de las familias que habitaban en la zona más contaminada, nuevos análisis de sangre), el problema en la zona persiste porque parte de las escorias continuaban en el sitio, tampoco se ha finalizado el lavado de los techos y los tanques de agua, presuntamente contaminados con partículas de plomo y no se habían iniciado las acciones de recomposición del predio.
La Defensoría del Pueblo concluye que, en una fecha en que tendría que estar finalizado el proyecto BID, el problema se mantiene por lo que se insiste al Gobierno de Jujuy para que instrumente de inmediato un Programa de Asistencia Sanitaria para toda la población, asegurando el acompañamiento personal y familiar para lograr el acceso universal a las medidas de diagnóstico y tratamiento necesarias en cada caso, a través del trabajo conjunto con las organizaciones de base y se recomienda a la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación que intervenga para lograr la recomposición del pasivo ambiental dejado en Abra Pampa por la firma minera Metal Huasi.
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la Nación Argentina