Con las palabras de la Presidenta de la Fundación «Abuelas de Plaza de Mayo», Sra. Estela de Carlotto quien se refirió a «La trayectoria de los Derechos Humanos en Argentina» culminó el Seminario Internacional «Erradicación de la Violencia contra las Mujeres: Avances, Desafíos y Experiencias Regionales», que se llevó a cabo en el marco XVI Asamblea Ordinaria de la Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO).
La titular de la Fundación Abuelas de Plaza de Mayo, Sra. Estela de Carlotto, repasó su trayectoria en materia de Derechos Humanos para explicar «no soy más que una abuela, no soy especialista, tenía otro proyecto de vida para estos años, pero hubo una dictadura militar que nos cambió la vida a todos los argentinos».
«Los «depredadores» pensaron que las mujeres íbamos a quedarnos llorando en nuestra casa y fue todo al revés. Nos tocaron lo más fuerte que tiene una mujer que son sus hijos. Salimos con miedo, pero lo metimos en el bolsillo, y al dolor lo dejamos para llorar de noche y salir de día a preguntar dónde estaban nuestros hijos y nietos», agregó Carlotto, «éramos un grupo de mujeres inocentes, pero tuvimos la sabiduría femenina de encontrarnos otras y decirnos «¿mañana vamos juntas?» y así fuimos dos, después tres y después muchas más».
Para explicar el rol de los hombres, de los padres, en esta lucha, la titular de la Fundación Abuelas de Plaza de Mayo dijo: «Nosotras impedimos que nuestros esposos fueran a reclamar porque para el machismo de los uniformados, él era peligroso, y no nosotras que éramos tildadas de «locas» o de «tontas», pero cuando se dieron cuenta ya era tarde y habíamos recorrido el mundo. Era una estrategia femenina».
Al referirse al rol de las Defensorías, Carlotto aseguró: «Las Defensorías del Pueblo tienen que ocuparse de todos los temas que son inherentes a los Derechos Humanos de todos los ciudadanos. El caso particular de la mujer es muy importante porque estamos aprendiendo a aconsejarlas. Sobre todo las que trabajamos sobre estos temas, estamos involucradas en saber defenderse y poder denunciar, saber que hay espacios que protegen a la mujer victimizada, golpeada física y emocionalmente y, sobre todo, evitar la discriminación que ocurre en ciertos lugares de trabajo, donde las mujeres son acosadas o asesinadas». «Hay que aprovechar las experiencias de otras regiones para que sirvan dentro de la identidad de cada país. Hay que asumir con mucha fuerza al tema de la violencia contra la mujer y animarlas a que denuncien el maltrato. La sociedad debe defender el derecho de la mujer a ser respetada», declaró Carlotto.
Entre los más de 200 especialistas y funcionarios provenientes de 18 países de Iberoamérica que participaron, estuvieron como oradores del último panel la Dra. Eva Giberti, Coordinadora del Programa «Las Víctimas contra las Violencias» del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación; la Lic. Liliana Hendel, Periodista y Miembro de RED PAR (Red de Periodistas por una comunicación no sexista); la Lic. Diana Scialpi, Profesional de la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación; y el Dr. Marcelo Colombo, Fiscal Coordinador de la Unidad de Asistencia para la Investigación de Secuestros Extorsivos y Trata de Personas del Ministerio Público Fiscal.
La Coordinadora del Programa «Las Víctimas contra las Violencias» del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Eva Giberti, aseguró que realizan «un trabajo de campo para asegurar el contacto humano y que podamos encontrar a esas víctimas ya que no todas denuncian. Un 30% de las mujeres se niegan a realizar la denuncia porque tienen miedo a que luego les espere algo peor. Desde octubre de 2006 a las primeras semanas de noviembre de 2011, visitamos en sus domicilios a unas 11.838 mujeres víctimas de violencia».
«El programa no se llama «Asistencia a la Víctima» como suelen llamarlo equívocamente, sino «Las Víctimas contra las Violencias» y es CONTRA porque la preposición quiere decir hostilidad y oposición. Queremos modificar la conceptualización de la víctima, que no sean víctimas resignadas, pasivas, sino víctimas activas. Esta no es una lucha contra la violencia de género, es una lucha contra el patriarcado», explicó Giberti. «La responsabilidad la tiene el Estado y ella puede reclamarle. Nosotros mediamos entre la víctima y el Estado, que ella sea capaz de exigirle», sentenció la psicóloga.
«Cambiaría la currícula de la carrera de abogacía porque mi experiencia me lleva a comprobar la infinidad de jueces que no entienden la problemática de la mujer golpeada o de la mujer abusada; los jueces también responden a una estructura patriarcal, tienen una cabeza que también es patriarcal y es por eso que les cuesta aceptar que el padre de una familia es un golpeador porque se les viene abajo esa estructura. Actualmente los jueces están dictando mas exclusiones del hogar a los padres, que han aumentado, pero paralelamente también están aumentando los retornos, ante el pedido de las mujeres que necesitan de ellos o movidas por la pena» agregó la Coordinadora del Programa «Las Víctimas contra las Violencias» del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, para explicar que en el programa la víctima tiene contacto primero con los miembros de su brigada antes que con la policía.
La Lic. Liliana Hendel, miembro de la Red PAR (Periodistas de Argentina en Red por una Comunicación No Sexista), presentó la Red y se refirió al periodismo con perspectiva de género con numerosos ejemplos de comerciales en la prensa gráfica «para mostrar cierta violencia sutil tratando de estetizar a la mujer con una connotación machista». Hendel aseguró que «el periodismo con perspectiva de género está creciendo en el mundo para tomar en consideración el respecto por la igualdad, la ciudadanía plena, la equidad, el reconocimiento de las diferencias, una vida libre de violencia y el uso del lenguaje no sexista, ya que, en el lenguaje español, somos absolutamente invisibilizadas dando por sentado que el masculino es neutral».
La socióloga Diana Scialpi desarrolló el tema «Violencia en el Trabajo, Políticas Públicas y Cuestiones de Género» y explicó los efectos de la violencia en el trabajo en las instituciones estatales en democracia. Al referirse a la administración pública, afirmó que «cuando se contrata a personal no idóneo para realizar tareas del orden público se puede matar hasta a 8 millones de personas», haciendo alusión a la totalidad de los habitantes del suelo argentino.
El Dr. Marcelo Colombo, Fiscal Coordinador de la Unidad de Asistencia para la Investigación de Secuestros Extorsivos y Trata de Personas del Ministerio Público Fiscal, desarrolló el tema de la lógica del sistema prostibulario y explicó que «la trata es un fenómeno de explotación que afecta a los derechos humanos de todas las personas y es un delito organizado con cierta mirada hacia el costado por parte de la policía y el Estado».
«El 36% de las personas condenadas por casos de explotación son mujeres que la ley no ha considerado. La única manera viable como curso vital que encuentra esa mujer que ha sido explotada es volverse explotadora», agregó Colombo, «esta situación de trata de personas se genera a partir de desigualdades estructurales como la pobreza o el migrante que llega engañado con ofertas de trabajo inexistentes».
FUENTE: Defensoría del Pueblo de la Nación Argentina