La Organización Internacional del Trabajo (OIT) lanzó el “Día mundial contra el trabajo infantil” en 2002 para concienciar acerca de la magnitud de este problema y aunar esfuerzos para erradicar esta realidad.
Miles y miles de niñas y niños alrededor del mundo realizan trabajos que los privan de gozar de sus derechos fundamentales que incluyen aprender, acceder a la salud y jugar, entre otras libertades elementales.
En todo el mundo, 218 millones de niños de entre 5 y 17 años están ocupados en la producción económica. Entre ellos, 152 millones son víctimas del trabajo infantil; casi la mitad, 73 millones, están en situación de trabajo infantil peligroso. En términos absolutos, casi la mitad del trabajo infantil (72 millones) se concentra en África; 62 millones en Asia y el Pacífico; 10,7 millones en las Américas; 1,1 millones en los Estados Árabes; y 5,5 millones en Europa y Asia Central.
La Convención sobre los Derechos del Niño llama la atención sobre la responsabilidad de los Estados en garantizar a niños, niñas y a sus familias un estándar de vida adecuado y el acceso a servicios esenciales para su desarrollo físico, mental, moral y social.
Se deben aunar esfuerzos para enfrentar esta problemática social que, por su complejidad, necesita un abordaje conjunto de todos los sectores. En el marco del Primer Plan Nacional, se replicó en las provincias la generación de institucionalidad para la prevención del trabajo infantil mediante la creación de Comisiones Provinciales para la Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI).
La Oficina de Niñez y Adolescencia del Defensor del Pueblo de la Nación, en el marco del Programa de seguimiento y evaluación de los ODS Agenda 2030, lleva adelante una investigación vinculada a la meta 8.7, realizando, entre otras cosas, el monitoreo de la implementación del Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil.